Una inspección policial de rutina en el Estado de Carolina del Sur en Estados Unidos se transformó en un tiroteo que acabó con la vida del copiloto del vehículo intervenido a mano de un policía en estricta defensa propia.
En la carretera del condado de Charleston, un auto fue detenido por la Policía para una revisión sencilla de documentos; sin embargo, cuando el policía se acercó al asiento del copiloto este desenfundó su arma y abrió fuego.
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Ante este ataque, el oficial se puso a buen recaudo al otro lado del vehículo, aún en medio de los disparos, y, al terminar de bordear el área, volvió a verse cara a cara con el agresor que acabó siendo abatido por el agente.
Durante todo el suceso, la conductora del auto intervenido permaneció afuera de este luego de que saliera despavorida al ver el arma de su copiloto y comenzar a presenciar el tiroteo contra las fuerzas del orden del país.
Este tiroteo acabó llevándose la vida de James Piers de 28 años, quien inició el fuego cruzado, y dejó a un policía herido después de que ambos intercambiaran más de treinta disparos. Todo quedó grabado por la cámara de la patrulla.