Redacción PERÚ21

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es uno de los pocos países donde la conectividad es restringida y la mayoría de personas no tiene residencial. Sin embargo, esta situación está por cambiar, pues el Gobierno anunció que permitirá a sus ciudadanos importar tecnología que les permita capturar la señal estatal de WiFi que se irradia desde plazas y parques para llevarla hasta sus domicilios.

La norma, publicada el miércoles en la Gaceta Oficial y que entrará en vigencia dentro de dos meses, habilita a los ciudadanos a traer desde el exterior aparatos conocidos como "Nanostation", que replican las señales WiFi, así como routers, para poder instalarlos en sus casas, siempre y cuando no sea con fines de lucro.

"Quienes deseen importar al país un equipo para ello precisan previa autorización del Ministerio (de Comunicaciones) mediante una solicitud de autorización técnica", explicó a la prensa estatal el director de Regulaciones del Ministerio de Comunicaciones, Wilfredo López.

Por medio del "nano", el usuario captura desde su casa la señal que el monopolio estatal Etecsa irradia en los edificios, parques y plazas públicos cercanos, donde los ciudadanos habitualmente van a conectarse porque no tienen otra alternativa.

Una vez con la señal en casa, el usuario podrá proceder de la manera habitual, ingresando a internet vía una cuenta prepago con usuario y contraseña, o a través de una tarjeta con clave que se raspa, a un costo equivalente a 1 dólar por hora.

La mayoría de cubanos no tiene conexión directa de internet en sus domicilios. La capacidad para captar la señal de WiFi estatal dependerá de la geografía y de la ubicación de la vivienda.

Este tipo de tecnología ya operaba en la isla en menor escala e informalmente, con ciudadanos que se agenciaban de estas potentes antenas para capturar la señal estatal.

En la práctica, la nueva medida permitirá obtener licencias para regularizar la extensa red de interconexiones privadas que ya funcionaba en la isla, y previsiblemente también los miles de dispositivos y "estaciones nano" introducidos ilegalmente en Cuba durante los últimos años.

La norma también autoriza al establecimiento de redes privadas de telecomunicaciones, alámbricas o inalámbricas. En varias partes de la isla existen redes particulares informales conectadas por cables de casa en casa, que comparten información tecnológica o juegan "en línea" entre ellos.

Hasta fines del año pasado, en Cuba, con 11 millones de habitantes, el acceso a internet se realizaba mayoritariamente desde plazas y parques con red WiFi.

Sin embargo, desde diciembre de 2018, Etecsa dio un paso adelante, al habilitar el servició de 3G en los celulares, mientras el 4G ya está a prueba.

Pese a las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, la gigante Google ha mostrado su intención de mejorar la conexión en la isla socialista, "cuando las condiciones técnicas así lo permitan".

La otra gran novedad es que las autoridades permitirán importar equipos inalámbricos de transmisión de datos, aunque estos deberán figurar en una lista de dispositivos homologados que se publicará próximamente, y será necesario obtener una licencia de importación con el Ministerio de Comunicaciones, si bien el trámite podrá hacerse por internet desde dentro o fuera de Cuba.

(Con información de AFP y EFE)

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