Acababan de robarle una fuerte cantidad de dinero a un ingeniero pero los sujetos, que serían al menos seis delincuentes, no pudieron ponerse de acuerdo y terminaron enfrentándose a balazos al momento de repartir el botín, hecho que dejó un saldo de dos muertos.
Esto sucedió al interior de una urbanización en Trujillo. Los hampones no dudaron en disparar hacia las casas ya que uno de ellos intentó esconderse al interior de una habitación pero finalmente fue alcanzado por la ráfaga de balas que atravesó la puerta de madera.