Trabajadoras del hogar se han convertido en el blanco perfecto para robacasas. (USI)
Trabajadoras del hogar se han convertido en el blanco perfecto para robacasas. (USI)

Redacción PERÚ21

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Al menos 20 robos en residencias bajo la modalidad de la llamada telefónica a las son denunciados al mes en los distritos de San Borja, San Isidro, Surco, La Molina y Miraflores. No obstante, muchos de estos casos –que suelen incrementarse con la cercanía de las fiestas de fin de año– no son reportados ante la .

"Desde hace unos tres años, delincuentes han comenzado a hacer de las empleadas del hogar un* blanco perfecto para cometer sus robos*. Ellas suelen caer fácilmente, pues no dudan en obedecer las órdenes de sus supuestos empleadores", señaló el coronel PNP José Garay Ruiz, jefe de la División de Investigación de Robos de la Dirincri.

El oficial explicó que este modus operandi se repite día a día pese a las reiteradas recomendaciones que se dan. Dijo que los delincuentes llaman a las trabajadoras y se hacen pasar por los dueños de la casa para luego sorprenderlas diciéndoles que están en medio de una emergencia y necesitan dinero.

"El estafador convence a la empleada de que saque dinero, joyas y otros objetos de valor. En algunos casos este llega hasta el inmueble y recoge lo solicitado y en otros casos pide a la trabajadora que se dirija a un punto", refirió el oficial.

Manifestó que, en la unidad especializada que dirige, se han presentado recientemente cinco denuncias debido a que el monto de lo robado superaba los 50 mil soles. Sostuvo, sin embargo, que "en las divisiones de Investigación Criminal de Surco, San Borja, Miraflores y La Molina, así como en las comisarías, hay decenas de denuncias".

CAJA FUERTEUno de los últimos casos ocurrió el pasado 27 de octubre en la vivienda de un empresario, ubicada en la urbanización Valle Hermoso en Surco. La empleada del hogar, una joven de 22 años, recibió una llamada telefónica en la que supuestamente su empleador le ordenaba que le llevara la caja fuerte que estaba en su dormitorio.

"Llévala hasta el puente Benavides, frente a la universidad Ricardo Palma, y se la entregas a mi trabajador", le dijo. La joven no dudó un instante y cumplió con la orden. Así, el hampón se llevó joyas y dinero en efectivo por más de US$10 mil.

Uno de los robos que llamó la atención fue el ocurrido en junio pasado. En esa ocasión, una trabajadora del hogar de solo 20 años no dudó en ir a una ferretería para comprar una comba y sacar una caja fuerte que estaba empotrada en la habitación de su empleador.

Luego llevó la caja –con joyas y dinero por más de S/.80 mil– al supuesto trabajador de un banco por orden del dueño de la casa donde trabaja. Lo extraño es que, en estos dos hechos, los delincuentes sabían de la existencia de la caja fuerte. Casualmente, en ambos casos, días antes, supuestos técnicos de telefonía habían llegado a las residencias para "labores de mantenimiento". Esto pese a que los propietarios no habían solicitado dicho servicio.

TENGA EN CUENTA

  • Otro cuento. Recientemente se han denunciado dos casos en Miraflores en los que un hampón llegó a una residencia haciéndose pasar por un familiar del dueño. Una vez dentro, pidió a la empleada que le pres- tara la ducha y poco después fugó con joyas y dinero.
  • En lo que va del año, la Policía ha detenido a integrantes de cuatro bandas que operaban con esta modalidad. Estos cayeron cuando recogían los objetos de valor. En todos los casos se estableció que las llamadas salían del penal de Lurigancho.

Por Shirley Ávila (lavila@peru21.com)