Un prostíbulo clandestino que funcionaba en la residencial Higuereta, en Surco, fue clausurado luego de un trabajo de inteligencia de la Policía y de personal de Fiscalización de la comuna de ese distrito.
La intervención fue en el inmueble ubicado en la cuadra uno de la calle Cuenca, donde los agentes comprobaron las deplorables condiciones en las cuales se ejercía el oficio más antiguo del mundo.
En la vivienda se intervino a cinco mujeres y se encontró colchonetas viejos, preservativos, ropas interiores, entre otros objetos.
Según informaron voceros del municipio, la casa fue alquilada por José Claros para un centro de masajes, aunque tampoco contaba con la autorización respectiva.
La comuna dispuso la clausura definitiva del establecimiento.