¿Qué opina de la decisión del ministro de Educación, Morgan Quero, de disponer clases remotas durante la realización de APEC?
El primer gran tema tiene que ver con cómo, por qué, cuando se cancelan las clases; es decir, puede haber situaciones de emergencia que ameriten el cierre de instituciones educativas. Esas situaciones deberían estar muy bien tipificadas, tener protocolos; el cierre o no de las instituciones educativas no es algo que se deba definir por norma taxativamente, sino que es algo que debería consultarse con la comunidad educativa, sobre todo, porque no pareciera que estemos en una situación de emergencia... El segundo tema, este plan de hacer una educación alternativa tiene que ser algo más pensado, tiene que ser una respuesta sistémica, estructurada, con protocolos, ensayos, donde las instituciones educativas y las familias saben qué deben hacer con anticipación. Eso no existe. Es bien extraño y complicado que, habiendo pasado ya cuatro años de la pandemia, ante una supuesta emergencia, la respuesta es la misma: la videoconferencia.
¿La virtualidad, al no disponer de las mismas horas de la presencialidad, afecta los aprendizajes?
Absolutamente. Ya sabemos con los resultados de las pruebas del Ministerio de Educación y por investigaciones privadas que, este asunto de la videoconferencia, no funcionó, que hubo un problema con los aprendizajes. Tuvo una razón de ser en el contexto de la pandemia del coronavirus y cumplió un rol, pero cuatro años después no podemos seguir con el mismo plan. Entonces, la videoconferencia es un problema para los aprendizajes y a estas alturas, cuando el Ministerio de Educación hable de educación virtual tiene que ser algo mucho más elaborado, más completo, más sistémico, donde no solo hay videoconferencia, sino también un plan para aquellos que no tienen la posibilidad de estar conectados… No podemos apostar a la videoconferencia como una estrategia de reemplazo, en caso de emergencia, a las sesiones presenciales.
¿En el Perú cuántos hogares tienen acceso a Internet y a un aparato electrónico para llevar las clases remotas?
Sabemos, por información del INEI o de la ENAHO, que en Lima más del 60% de la población tiene acceso a Internet, pero eso quiere decir que en una casa podría haber un teléfono con acceso a Internet y qué pasa si en esa casa hay seis personas y de esas cuatro tiene que estudiar. La estadística puede ser engañosa, lo mismo la estadística del ministerio, que habla de más o menos el 40% de las escuelas secundarias con acceso a Internet y menos del 25% de las escuelas primarias con acceso a Internet, pero tampoco sabemos si es un acceso intermedio de calidad, si están accediendo todos los estudiantes o solo algunos en algún horario.