Guillermo Sarango Zárate llevaba siete años como desaparecido. (Perú21)
Guillermo Sarango Zárate llevaba siete años como desaparecido. (Perú21)

Para Norma Torres (62) y Gisela Sarango (41) solo un nombre salta a la mente al hablar de la desaparición y muerte de Guillermo Sarango Zárate, de quien no supieron nada por siete años y .

Angelina Ayala Figueroa, ex conviviente de Guillermo y cuyo protagonismo brilla por su ausencia, habría dado razones suficientes para que madre e hija la sientan culpable de este macabro crimen.

Desde España, Norma y Gisela conversaron con Perú21. Es la segunda noche que no concilian sueño, pero sienten que a pesar del tiempo transcurrido aún se puede hacer justicia. 

"Ella lo que quería es quedarse con la casa", cuenta Gisela Sarango, quien lleva más de 19 años en la península ibérica. 

La última vez que un allegado a Guillermo lo vio con vida fue en marzo de 2010. "Fue su amigo 'Carlin' quien se cruzó con él en el Centro de Lima", narra la hija de la víctima.

Para aquel entonces, Guillermo ya convivía con Angelina en el tercer y cuarto piso de la casa donde su cuerpo permaneció oculto por siete años.

NO FUE A LA CENA FAMILIAR

Sin embargo, la familia no pudo confirmar su desaparición hasta el año siguiente. La abuela de Sarango Zárate —cuenta Gisela— se encontraba grave de salud y llamó a todos sus hijos para repartir la herencia.

Guillermo nunca llegó.

DESAPARICIÓN

Sus hermanos acudieron a la comisaría para denunciar la desaparición, pero la indicó —narra Sarango Torres— que esta solo la podían realizar la esposa e hijas de Guillermo.

Norma regresó a Perú en 2011 para sentar la denuncia. Durante este periodo, un incidente iniciaría las sospechas de la familia sobre Ayala Figueroa.

"La familia vivía en el primer y segundo piso, mientras ellos (Guillermo y Angelina) en la parte superior. Un día mi tía escuchó unos cristales romperse, por lo que gritó para saber si se trataba de mi padre", relata.

'Sí, auxilio'  fue lo que se escuchó tímidamente desde la parte superior de la vivienda. La familia llamó a la Policía, que acudió para revisar el incidente.

"Cuando el comisario llega a inspeccionar, esta señora (Angelina) agarra el celular, hace una llamada y se la pasa al comisario. Él hace un movimiento de cabeza, termina la llamada y se retira con su equipo de la casa", indicó Gisela a este medio.

La hija presume la culpabilidad de la ex conviviente de su padre pues tras contratar a investigadores privados habría descubierto presuntos pagos para que las pesquisas de la desaparición se dilaten.

MÁS RAZONES PARA INCULPARLA

A ello se le suma otro factor. "Angelina fue solicitada en la comisaría para entregar una foto de mi padre, con la que recorrieron el barrio para saber si lo habían visto. Por suerte, una allegada a la familia se encontraba en la zona y cuando le mostraron la fotografía se percató que no se trataba de la imagen de mi padre", refiere.

Gisela cree que la foto corresponde a Guillermo Antenor Notela, quien sería en realidad esposo de Angelina en Argentina.

"Cuando fue preguntada por el paradero de mi padre, ella decía que se encontraba en Argentina y que no quería saber nada de nosotras. Qué fácil puede ser enviar un correo desde la cuenta de mi padre siendo otra persona", continúa su relato.

"ESTÁN ROMPIENDO UNA PARED"

La última y más contundente prueba que consideran Gisela y su madre para culpar a Ayala Figueroa se remonta al periodo comprendido entre 2012 y 2013, cuando la familia alquiló la primera y segunda planta de la estructura en .

"La chica nos contactó para decirnos que estaban rompiendo una pared. Intentó averiguar sobre lo que se estaba haciendo allá arriba pero nunca recibió respuesta", agrega.

En los años siguientes la familia y la ex conviviente de Guillermo entraron en litigio por el predio y, según relatan, no fue hasta después de 2015 que Angelina se retiró de la casa completamente, desapareciendo del radar.

"Nosotras por años estuvimos haciendo la documentación para traer a mi papá a España, pero esta mujer hizo todo para quedarse con la casa", sentencia.

Norma y Gisela esperan volver lo más pronto a Perú para despedirse de Guillermo Sarango, cuyo paradero buscaron por más de siete años y que hoy, a pesar la trágica noticia, trae un poco de tranquilidad en la familia.

El hallazgo del cuerpo reabrió la investigación sobre el caso y será cuestión de tiempo para que las autoridades determinen la relación que tuvo Angelina con la desaparición y muerte de Sarango Zárate.