Veinte campamentos de minería ilegal, en los que había maquinaria y diversos insumos utilizados para la ilícita actividad, fueron destruidos durante una operación liderada por la Policía y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental en el sector de Pampa Blanca del distrito Ananea, en la provincia de San Antonio de Putina, Puno.
Al lugar, ubicado a 5,000 metros sobre el nivel del mar, llegaron siete fiscales, junto a un contingente policial, y procedieron a la destrucción de los equipos y combustible utilizados para la ilegal actividad.
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En total se inutilizaron 38 motores, 33 equipos usados para la obtención selectiva de los minerales, más de 1,500 metros cuadrados de alfombra que se usa para filtrar mineral y 23,000 metros de manguera para surtir agua. Igualmente, se decomisó 1,190 galones de combustible.
DIFÍCIL ACCESOEl éxito de la intervención combinada fue posible pese a las difíciles condiciones del terreno y la altura en la que se encuentra el lugar. Por ello, los fiscales se distribuyeron en cuatro sectores y así lograron intervenir todo el sector en el que operaban los mineros ilegales.
El fiscal en materia ambiental, Arturo Rosales Criollo, expresó su satisfacción por el éxito de la acción y anunció que habrá nuevas intervenciones en el sur del país. "Las fiscalías especializadas en Materia Ambiental continuarán con este tipo de acciones de lucha frontal contra la minería ilegal", concluyó el magistrado.
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