El Gobierno decretó el estado de emergencia en Cercado de Lima y Lince, sumándolos a San Martín de Porres y San Juan de Lurigancho, en su intento por combatir la delincuencia y la criminalidad organizada.
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En ese sentido, la Policía Nacional mantiene el control del orden interno en dichos distritos, pero ahora contará con apoyo de las Fuerzas Armadas.
La medida rige por un periodo de 60 días, pero genera preocupación y molestia, sobre todo en los comerciantes, quienes tendrán que cerrar las puertas de sus negocios desde la medianoche hasta las 4 de la mañana.
Según el diario Ojo, los dueños y administradores de locales como restaurantes, bares y ambientes de diversión protestaron porque ya, en la primera noche desde el anuncio, el número de clientes se redujo.
Sin embargo, conociendo la problemática de la medida en los distritos, el mismo ministro del Interior, Vicente Romero, indicó que evaluarán cómo va desarrollándose las actividades.
“No habrá actividades comerciales pero tenemos la posibilidad de evaluar [la medida], en un plazo de 10 a 20 días, para saber cómo van desarrollándose las actividades. Sobre eso se podrán adoptar otras medidas”, indicó Romero.
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