Pastillas para la depresión, una soga y una comba. Jhordy Villanueva (23) guardaba en su vivienda de Huarochiri todos los materiales para cometer un atroz crimen: asesinar a Ludim Camarena, su ex pareja. El joven no aguantó que ella haya terminado la relación.
En el segundo piso de la vivienda, se encontraba el cuarto del asesino. Allí la Policía encontró además un colchón con sangre, informa Latina. Lo más llamativo, sin duda, fue un mensaje escrito en la pared. Un juramento que, en el contexto actual, muestra lo que pensaba el asesino de su relación.
"Siempre nos prometimos que nadie nos separaría y nadie nunca nos separará, es un juramento de pareja", dice el mensaje escrito con tinta roja.
Es así que el joven mató a su pareja y se dispuso a trasladarla en la maletera de su auto, el cual lo había dejado en el primer piso de la casa. Partió con dirección a Lima, pero en el camino chocó contra un poste y huyó. Un día después la Policía lo capturó en un hotel de Huancayo gracias al GPS de su celular.
De esta forma se apagó la vida de Ludim, una joven de 22 años que estudiaba administración por las noches y trabajaba en un almacén de madrugada. Sus sueños estaban próximos a cumplirse: le faltaban solo meses para acabar la carrera y pensaba viajar a Colombia.
Ludim se separó hace 3 meses de Jhordy. Familiares señalan que él era muy celoso y con 5 años de relación su inestabilidad era evidente. Ella decidió cortar su vínculo, pero aún así continuaba siendo acosada. 90 días después, él decidió matarla.