Luchadora. Saldaña es representante del emporio comercial más importante de la capital: Gamarra. (Foto: Jesús Saucedo / @photo.gec)
Luchadora. Saldaña es representante del emporio comercial más importante de la capital: Gamarra. (Foto: Jesús Saucedo / @photo.gec)

En medio de la convulsión social y las muertes que hoy enlutan a todo el país, las miradas han girado también a los gremios comerciales. Se esperaba que este año, después de la pandemia, tuvieran una tregua, pero difícilmente se va a lograr. Líneas abajo, la opinión y perfil de la primera mujer, en casi 60 años de historia, en asumir el liderazgo de un gremio que recién escucha la voz de las mujeres que cubren más del 60% de los puestos de trabajo que se desarrollan desde el hacia todo el país. Hablamos de más de 600 mil empleos.

Padres biológicos

La historia personal de Susana Saldaña tiene varios episodios que describe como “complicados”. Hubiera preferido no recordarlos y mucho menos quebrarse contándolos, porque quizá es más fácil estar en el lugar de la empresaria y dirigente fuerte que ha logrado ser. No obstante, para llegar a eso, hay quienes pasan por pruebas profundamente difíciles. Susana fue fruto de un matrimonio feliz que se atrevió a enfrentarse a sus familias por amor. Y, sin embargo, su padre falleció en un accidente de tránsito cuando ella no había cumplido los seis meses de nacida. Su madre entonces, joven y viuda, rehízo su vida dejando a su hija con la abuela materna. Once años después, Susana creyó que estaría mejor con la abuela paterna, le prometieron que así sería, pero fue prácticamente una pesadilla: “En realidad fue terrible… solo puedo decir que ningún niño debe crecer sin amor y con maltrato. Dejé incluso de ir al colegio durante el año que viví allí, según me dijeron, porque no era algo para mí”.

En familia

A pesar de todo, nunca he sido conformista”, dice cuando explica que, sin que se lo hubiera enseñado alguien, ella sentía que no merecía lo que estaba viviendo, que a lo mucho tendría que soportar hasta los 18 años y luego saldría de eso. De pronto, la visita desde Lima de la hermana de su ‘padre biológico’ cambió todo. Cuenta Susana que nunca sabrá si su tía le preguntó en serio si quería ir con ella a la capital “pero a los 10 minutos estaba en la puerta de esa casa, lista, con un par de mudas de ropa y unas pocas cosas más que tenía. Yo vi en sus ojos sorpresa, pero entendió que algo pasaba y me llevó a vivir con ella, donde supe al fin, a los 12 años, lo que era tener una mamá y una familia. Mis primos son mis hermanos y ella, mi tía, me enseñaron todo lo bueno que sé. Lo que es que saquen la cara por ti. Me enseñó a defenderme, a trabajar siempre y a nunca dejar de cultivarme”.

El cielo es el límite

Su tía tenía negocios de ropa en Gamarra, se dedicaba al rubro textil y con eso también Susana quedó encantada. “Yo ayudaba a vender en las tiendas, a cortar, amo coser y me parece increíble que de tus manos puede surgir una prenda”, dice con gran ilusión mientras explica que así fue quedándose en Gamarra “hasta que Dios disponga”, indica riendo. Hoy Susana estudia Derecho en la a la vez que preside el gremio más importante del emporio, en alianza con ocho gremios más que representan a gran parte de los 40 mil micro y pequeños empresarios de todos los rincones del país, que generan miles de empleos directos e indirectos. Su voz, como ella misma reconoce, representa a un Perú chiquito. No en vano ha sido invitada a ser alcaldesa, congresista, ministra y, en un momento, integrante de alguna plancha presidencial.

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Chispazos

  • ¿Qué esperan de los políticos, de los gobiernos?

Todo lo que hay en Gamarra es absoluto esfuerzo de los empresarios, no hay una sola autoridad que pueda decir que nos ayudó en algo, ni con una vereda. Hemos marchado contra Humala, contra Toledo y hasta contra . Gamarra siempre ha mantenido una postura crítica y propositiva, pero, a pesar de buscar el diálogo, todos los gobiernos nos han utilizado para la foto. en campaña, Vizcarra y Pedro Castillo también, sin una sola medida por Gamarra. Y los alcaldes tampoco, cada vez son peores. Si no, miren la última gestión de Forsyth, que nos dejó de herencia a Salvatierra, una de las más desastrosas gestiones que hemos tenido; han abandonado por completo sus labores y, si no, vean como está La Victoria.

  • ¿Cuál es la lectura que tienes sobre las graves protestas de ahora?

Yo creo que sí hay peruanos indignados, y no podemos ser indiferentes y cerrar los ojos a eso porque así nadie se va a calmar. Pero también creo que, más atrás de las legítimas demandas que puede sentir cada sector, por supuesto que existe gente organizada, personajes que están generando vandalismo y violencia para que, a partir de la zozobra, puedan surgir como líderes.

  • ¿Podrías decir nombres?

No. Pero sí puedo decir que hay gente negacionista que, por ejemplo, es incapaz de condenar un golpe. Un golpe es un golpe venga de donde venga y el que lo ejecuta es golpista. Comulgues o no, sea de izquierda o derecha, es golpista y la semana pasada Pedro Castillo dio un golpe de Estado igual que hace 30 años Fujimori, aunque no logró tomar el control porque menos mal las Fuerzas Armadas decidieron no apoyarlo. Ahora a Dina Boluarte le corresponde cumplir con todas las promesas que su mismo gobierno hizo.

  • ¿Crees que podrá controlar Dina Boluarte esta crisis?

Creo que Dina Boluarte y todos los políticos deben demostrar que el Perú está primero si en verdad quieren que la crisis se solucione. Por ahora nada de eso está sucediendo.

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Baltazar Lantarón