El orden se restableció en el penal de Lurigancho tras el motín reportado esta madrugada, informó el presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Carlos Romero. El hecho se registró cuando un grupo de internos se opusieron a una requisa de rutina en el recinto carcelario.
Durante la diligencia en el pabellón 12-B se hallaron armas punzo cortantes y latas de cerveza. Por ello, se intervino a tres internos, quienes fueron conducidos a la sala de meditación del penal. Esto provocó malestar entre los reos.
En ese momento, cerca de 80 internos cerraron los accesos de dicho espacio y subieron al techo del penal de Lurigancho para expresar su rechazo a la requisa a cargo del personal del INPE.
El titular de la institución informó que desde las 2:41 a.m., más de 100 agentes del Grupo de Operaciones Especiales del INPE intervinieron el lugar. También recibieron apoyo del personal de la Fiscalía de Prevención del Delito. A esta hora personal de la Policía Nacional permanece en el interior y exterior del centro penitenciario.
Carlos Romero señaló que los agentes del INPE hicieron uso de la fuerza. “No hay ningún muerto ni tampoco ningún herido de gravedad”, precisó.
Sin embargo, aclaró que los disparos denunciados por los familiares de los internos provenían de escopetas de balas de goma que usaron de manera reglamentaria para controlar a los internos.
Anunció que, como medidas disciplinarias, 15 reos que han sido identificados como los cabecillas de esta medida de protesta, serán trasladados a otros penales del interior del país.
En otro momento, aseguró que la atención de visitas en el penal de Lurigancho se desarrollará con normalidad en el horario habitual. Pidió a los familiares mantener la calma.
Dato
El penal de Lurigancho alberga más de 10,800 internos. El recinto estimó que recibe un promedio diario de 5,000 visitantes.