Preocupante. Riega lamentó que los recursos que se emplearon en el COVID-19 no se hayan mantenido para afrontar los embalses de salud. (FOTO: DIFUSIÓN)
Preocupante. Riega lamentó que los recursos que se emplearon en el COVID-19 no se hayan mantenido para afrontar los embalses de salud. (FOTO: DIFUSIÓN)

Considera que nuestro sistema de salud está empeorando y que hemos perdido una gran oportunidad de cambio con la . Quiere fortalecer el y las condiciones laborales de sus colegas.

Desde su perspectiva, ¿cuál es la situación actual del sector Salud?

Hay una serie de deficiencias que se han profundizado en los últimos años, sobre todo luego de la pandemia. En lugar de mejorar, desafortunadamente, estamos empeorando. Antes de la pandemia ya teníamos un sistema muy deficiente en el que, por ejemplo, más del 60% de los cánceres al año 2018 eran detectados en sus fases terminales. Fuimos uno de los países con los peores resultados en cuanto a la lucha contra el COVID-19. Hoy, luego de ello, en lugar de, por ejemplo, reorientar los recursos que se inyectaron para la pandemia y poder atender el embalse con relación a múltiples problemas que se dejaron de lado, esos recursos que fueron valiosos fueron revirtiéndose muy rápidamente cuando ya empezaron a funcionar las vacunas y la letalidad empezó a reducirse. Eso para nosotros representa una evidencia que estamos retrocediendo y que hemos desperdiciado una oportunidad.

¿Qué se debería hacer para cerrar todas estas brechas que hay tanto en infraestructura como en personal en el sector?

En lo inmediato es tener capacidad de respuesta frente a las inminentes epidemias que van a acontecer en los próximos meses. Durante la pandemia, el número de camas UCI en nuestro país se incrementó de forma significativa, pero esto se ha ido revirtiendo. Se ha reducido dramáticamente la capacidad de atención de emergencias y, además, las camas UCI que se tienen que recuperar. Un ejemplo dramático este año ha sido con el dengue, donde, en múltiples regiones, ha aparecido por primera vez a nivel de epidemia y en otras tantas ya simplemente ha reaparecido. Y hay algunas estrategias ya conocidas que se tuvieron que implementar, pero que se hicieron de forma bastante tardía y lenta, como la readecuación de los servicios de salud, la contratación de más personal o inclusive algo que debería ser instaurado, pero que se ha convertido en una excepción, usualmente prohibido, que son las horas extras. Incrementar las horas de disponibilidad de médicos especialistas y generales para la atención de casos severos de dengue, que durante una epidemia se incrementan exponencialmente. Es decir, nuestro servicio de salud debe fortalecerse en lo inmediato. Y eso también obviamente va de la mano y en primer lugar por nuestro primer nivel de atención.

¿Qué lecciones nos ha dejado la pandemia?

En primer lugar, hemos podido reconocer, cuando nos hemos comparado con otros países, que nuestro sistema sanitario ha venido estando muy deficiente, mucho más de lo que el propio personal sanitario podría tener conciencia. El deterioro progresivo de nuestras instalaciones, el deterioro de los equipos, la falta de inversión, las paralizaciones en decenas de hospitales que están en proceso de construcción y que no llegan a culminarse ha contribuido bastante con que nuestro sistema no haya podido responder de forma oportuna. El segundo aprendizaje es que el primer nivel de atención es fundamental. Nuestro primer nivel de atención, que en su gran mayoría corresponde al Ministerio de Salud, es muy muy deficiente; no cumple con los estándares de categorización o si los cumple, no los cumple completamente o adecuadamente o de forma óptima.

Hablando de su candidatura al Colegio Médico, ¿cuáles son los principales puntos de su plataforma?

Este 26 de noviembre son las elecciones del Colegio Médico del Perú. Me estoy presentando como candidato al decanato nacional del Colegio Médico y estoy conduciendo y coordinando la agrupación denominada Compromiso Médico por el Perú, lista número 8. Nos proponemos como una alternativa de cambio. Hemos priorizado tres ejes de gestión. Uno de ellos es el liderazgo. El liderazgo que implica la posibilidad de incidir en las políticas públicas a través de una herramienta muy importante como es la iniciativa legislativa. Tenemos que mejorar la capacidad técnica del colegio para la formulación de propuestas que puedan afrontar los principales problemas de la profesión médica y de nuestro sistema sanitario. Por ejemplo, la carrera pública del médico. Hoy día la forma más institucionalizada para que un médico pueda acceder a una plaza laboral es la modalidad de locación de servicios. Esto implica que el médico no tiene derecho ni a descansos médicos ni a vacaciones ni a gratificaciones; ni siquiera tiene derecho a tener una mínima estabilidad más allá del mes o los dos meses que puede representar su contrato o su orden de servicio. Esto jamás se había visto antes.

¿Qué opina de los cambios constantes que se hacen de ministros de Salud?

Es importante implementar la meritocracia en nuestro sistema sanitario. Distintos niveles de gestión están absolutamente organizados bajo la designación por confianza. Eso hace que, cuando un ministro de Salud cambia, pues se desestabiliza todo el sistema. Yo le digo que, en un sistema adecuadamente organizado, con meritocracia implementada y con cargos concursados, el cambio de ministro no debería ser un gran problema.

DATOS

  • Pedro Riega estudió Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Tiene 18 años de experiencia y su primer trabajo lo realizó como serumista en el distrito de Longar de la provincia Rodríguez de Mendoza, en Amazonas.
  • Su especialidad es Gestión y Administración en Salud. Ha laborado también en la Dirección de Salud V Lima Ciudad (ahora Diris Lima Centro). Durante la pandemia estuvo en el Instituto Nacional de Salud (INS), entidad adscrita al Ministerio de Salud. Es profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Decana de América.

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