Luego de que las autoridades lograran controlar el incendio en el Santuario Histórico de Machu Picchu un pequeño oso de anteojos de tan solo ocho meses de nacido ha sido reinsertado a su hábitat para preservar a una de las especies más emblemáticas del país.
La pequeña criatura aún no puede alcanzar y deshojar su alimento. Por ello, personal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) provee al animalito de achupallas (bromelias).
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La salud del osezno se encuentra estable y no presenta algún tipo de herido producto del incendio.
Asimismo, se realizarán las coordinaciones con el Ministerio de Cultura para evitar que los visitantes de la montaña Machu Picchu le brinden alimentos que pongan en riesgo su retorno.