Un total de 113 organizaciones, entre agencias de Naciones Unidas, ONG internacionales y nacionales, organizaciones lideradas por personas refugiadas y migrantes, embajadas y otros, presentaron la actualización del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela (RMRP por sus siglas en inglés) para el año 2024 en el Perú. El plan apoya los esfuerzos que lleva a cabo el Estado en temas de educación, salud, seguridad alimentaria, nutrición, alojamiento y otros. Espera alcanzar a más de 1 millón de personas este año, tanto refugiadas y migrantes de Venezuela como peruanas en situación de vulnerabilidad.
En el año 2023, el trabajo conjunto logró beneficiar a más de 510.000 personas (83.000 fueron peruanas en situación de vulnerabilidad). Destacan como hitos del año pasado el apoyo al proceso de regularización del gobierno, el fortalecimiento del sistema de atención primaria de salud, el desarrollo de políticas públicas de integración, la asistencia humanitaria a los más necesitados y el fomento del acceso a educación mediante asistencia técnica a las autoridades.
Este año 2024 se seguirá trabajando en las siguientes áreas prioritarias:
El plan de trabajo ha sido posible gracias a alianzas con los socios del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM). Para realizar el plan, se realizó un Análisis Conjunto de Necesidades que incluyó la revisión de estudios de distintas entidades, incluidas las del Estado; así como recolección de datos directamente con población y otras consultas. De esta manera, se diseñó una respuesta adaptada a las necesidades de la población y al contexto.
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Las necesidades de la población refugiada y migrante, y de las comunidades que les acogen siguen creciendo en Perú, en un contexto de fondos limitados de la cooperación internacional. El Plan de Respuesta estima que, para cubrir las necesidades de esta población, se necesitarán 294 millones de dólares (USD) en 2024. Estos fondos todavía no han sido ni aprobados ni recibidos, sino que dependen de la buena voluntad de los donantes y la disponibilidad de recursos. Como referencia, el año pasado solo se recibió un 20 por ciento de lo solicitado.