Lima: Solo el 35% de sus ciudadanos vive feliz

Lima celebra este domingo un nuevo aniversario con la mayoría de sus ciudadanos insatisfechos de su ciudad. Si bien después de 2 años la percepción de los limeños de que su calidad de vida, aunque ligeramente, ha mejorado, sigue siendo bajo el porcentaje de ciudadanos que están contentos con Lima: solo un 35%.

La cifra es muy baja si se compara con otras ciudades, como Bogotá, donde el 48% de sus ciudadanos está satisfecho.

La encuesta Lima Cómo Vamos –realizada en noviembre del 2014– revela que, a pesar de que la satisfacción mejoró este año (pasó de 28% a 35%), la sensación de bienestar entre los distritos más consolidados y los que menos tienen se hizo más evidente.

Mientras hay un grueso grupo de limeños que siente más satisfacción con los lugares donde compra o come, los espacios públicos y las actividades culturales, hay otro segmento poblacional que es afectado por la inseguridad, la falta de transporte y de áreas verdes.

"En Lima hay una alta insatisfacción. Hay más insatisfechos que satisfechos y eso puede responder a dos motivos: que los servicios que reciben, efectivamente, no sean de buena calidad y que el ciudadano limeño se ha vuelto más exigente con lo que espera de su ciudad, es decir que tenemos una masa crítica más potente", señaló Mariana Alegre, coordinadora general de Lima Cómo Vamos.

Alegre precisó que la gente de los sectores A y B y los que habitan en el Centro de Lima son los más satisfechos con su ciudad porque perciben que tienen una mejor calidad de vida, mientras que, por el contrario, los segmentos D y E son los que manifiestan más insatisfacción por la delincuencia y la falta de servicios.

"El 45.9% considera que la pobreza en Lima se ha incrementado y el 42.9% cree que se han acentuado las brechas entre ricos y pobres", mencionó.

Sin embargo, la muestra también revela que la gente de Lima siente que sus perspectivas económicas han mejorado, pues el 36.6% piensa que la situación económica familiar está algo o mucho mejor en comparación de hace 12 meses, el 64.5% está satisfecho con la vivienda en que reside y el 47.9% se siente orgulloso de vivir en su ciudad.

"Lo que revela la encuesta es una gran desigualdad urbana en Lima. Hay una altísima y creciente diferencia entre los barrios más consolidados y los que menos se han desarrollado, y también entre los grupos de pobladores más prósperos y los que no lo son. Por ejemplo, mientras que para un poblador del grupo A o B Lima es una ciudad amistosa, segura, donde obtiene bienestar; para otro poblador del grupo D o E Lima es hostil, peligrosa y donde le cuesta vivir", precisó Alegre.

MIGRACIÓN INTERNATania Vásquez, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), sostuvo que estas contradicciones revelarían que Lima aún alberga a diversas generaciones de migración interna.

"Hay grandes diferencias entre las antiguas generaciones de migrantes que ya están asentados en Lima y aquellas que han llegado recientemente y forjan su propia experiencia de la ciudad; por ello tienen diferencias en su calidad de vida y su identificación", dijo.

La investigadora resaltó que en Lima está aumentando la desigualdad y la fragmentación urbana, sobre todo por el factor espacio, la calidad de los servicios y la diversidad en la administración de la ciudad.

"Hay distritos en crisis donde no se recoge la basura y otros que funcionan de una forma estable o exitosa, y eso contribuye a la percepción de desigualdad", manifestó.

Empero, refirió que la proliferación de centros comerciales está funcionando como un factor de integración porque "en el consumo todos se sienten menos excluidos".

LIMA HA TOCADO FONDOSegún el arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio, para integrar Lima, se debe trabajar más en la gestión, pues en los temas de transporte, seguridad ciudadana, crecimiento y expansión urbana, Lima ya ha tocado fondo y necesita urgentemente un giro, ya que el modelo actual es inviable.

"Lima tiene necesidades históricas que van más allá de la voluntad de cualquier alcalde. No puede ser que en pleno siglo XXI tengamos distritos en emergencia porque no se puede ni siquiera recoger la basura. A Lima le falta identidad, le faltan espacios públicos, le faltan alamedas, bulevares, playa y costa. El crecimiento de la ciudad, la demanda de empleo y transporte existen más allá de quien esté a la cabeza y, si el alcalde no interpreta estas grandes demandas, la ciudad será cada vez más costosa y caótica", sostuvo.

Indicó que en la gestión anterior se aprobó un Plan Regional de Desarrollo Concertado, que contiene la visión de cómo debería ordenarse la ciudad, y además se puso a debate el PLAM 2035, que contiene las medidas prioritarias para atender la demanda permanente de vivienda y conectar Lima a través de un tren y un metro.

"Castañeda debería hacer suyo este PLAM 2035 y coger los grandes proyectos y los ejes básicos que le devuelvan a la gente la ilusión de vivir en Lima, pues no hay ciudad en el mundo que no tenga un destino promisorio sin haber tenido un plan integral con proyectos que tengan continuidad y que se respetan de una gestión a otra", enfatizó.

En ese sentido, recordó que Medellín "que estaba en el fondo de la olla, fue rescatada con un plan similar y en 20 años se pudo convertir en un modelo de gestión".

Ruiz de Somocurcio refirió que para ello se necesita una nueva visión de la economía de Lima y no solo ejecutar obras con el dinero del Foncomun.

"Se necesita un gobierno local concertador que haga propuestas y busque alianzas con el Gobierno Central y con la empresa privada. Lima tiene mar, valles, lomas, destinos históricos y la gastronomía sobre todo eso. Cuenta con todo el potencial para crecer y ordenarse y ser una ciudad única, y lo puede hacer, pero con una brújula y una nueva visión de una ciudad integrada, compacta, interconectada y que mire al mar", puntualizó.

LO QUE DEBES SABER

Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)