La Libertad. La tranquilidad del malecón de Pacasmayo solo se altera por los saltos aéreos de los aficionados al kitesurf y winsurf. Después, nadie tiene ningún otro plan más que contemplar el atardecer bebiendo una cerveza o caminar hacia su viejo muelle de 145 años para esperar una de las mejores puestas de sol de nuestro litoral.
Esa es la magia de este paraíso ubicado a solo 1 hora y 40 minutos del aeropuerto Trujillo, y que ahora es el punto de partida de un nuevo recorrido turístico que no tiene nada que ver con los tradicionales Chan Chan y Huanchaco.
Dejamos la playa y vamos directo al valle de Chicama a conocer a la Dama de Cao, en la jurisdicción de Magdalena de Cao, provincia de Ascope. Los tatuajes de serpientes y felinos de la única mujer que gobernó en el Perú hace más de 1,700 años, han dado la vuelta al mundo y soprenden a los turistas a diario en el museo de sitio de la Fundación Wiese donde se la exhibe junto a su ajuar de oro y plata.
La sacerdotisa fue hallada muy cerca del lugar, en una de las pirámides del complejo arqueológico El Brujo, el cual también se puede visitar y donde se realizan sesiones de chamanismo previa coordinación con la administración.Hora de cambiar el paisaje marino por el bosque de Cachil, en el distrito de Cascas, provincia de Gran Chimú. Desde Trujillo son dos horas en auto pero vale la pena si tiene ganar de hacer trekking, andar a caballo, escalar montañas o montar bicicleta.
Ni qué decir de sus 12 bodegas vitivinícolas y de la Casa de la Uva, una tentación para los espíritus bebedizos. Para almorzar, las piscigranjas de la zona ofrecen estancias campestres donde el cebiche de trucha es la estrella.
GUÍA DEL VIAJERO