Desde hoy viernes 20 de diciembre queda prohibida la fabricación y comercialización de sorbetes de plástico —conocidas como “cañitas”— y bolsas pequeñas de menos de 30 centímetros por lado y las bolsas finas —menos de 50 micras— del mismo material. Esto en cumplimiento de lo establecido en la reglamentación publicada en agosto de la Ley de Plásticos (Ley N°308884), que entró en vigencia en diciembre del 2018.
Giuliana Becerra, directora general de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam), explicó que esta prohibición forma parte de la segunda fase de implementación Ley de Plásticos.
Actualmente se ofrecen en el mercado sorbetes hechos de materiales más amigables con el ambiente, como cañitas de bambú biodegradables, cañitas de papel y cañitas de acero inoxidable que son duraderas y fáciles de lavar.
Estas alternativas innovadoras buscan reemplazar las cañitas de plástico que tardan varios años en degradarse.
A inicios de este año se prohibió la entrega de bolsas y envoltorios plásticos en la publicidad impresa, como diarios y revistas u otros formatos de prensa escrita. Mientras que a partir del 1 de agosto se estableció el impuesto al consumo de bolsas plásticas que se entrega en supermercados y establecimientos.
Durante este año este último fue de S/0.10, pero aumentará a S/0.20 el próximo año, y así progresivamente hasta llegar a S/0.50 en el 2023.
“La tercera parte de la medida será prohibir la fabricación, distribución y uso de aquellas bolsas que no sean biodegradables y que incluyen aditivos que aceleran la fragmentación”, señaló Becerra.
Explicó que estos aditivos hacen que las bolsas se fragmenten en pedacitos que luego van a terminar en los cuerpos de agua, que los peces comen y, finalmente, las personas terminan consumiendo.
La representante del Ministerio del Ambiente destacó que durante el primer año de vigencia de la norma se redujo la producción de 1.000 millones de bolsas plásticas en el país, equivalente a 420 toneladas de plástico que se dejaron de producir al mes.
La Ley de Plásticos no busca erradicar al 100 % el plástico, pero sí es firme en prohibir la venta y adquisición del plástico de un solo uso; es decir, aquellos productos desechables que “usas y tiras” y demoran cientos de años en degradarse.
“Este cambio positivo tiene muy buena acogida en la ciudadanía en general”, apuntó.