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La nueva sangre de la PNP
Desde Perú21 creemos que el futuro de la Policía está en sus coroneles más estudiosos y efectivos. La institución este año fue golpeada por denuncias de corrupción contra perversos jefes que se dedicaron a llenar sus bolsillos y desproteger a sus subalternos frente a la pandemia. En 2020 la PNP estuvo en crisis, pero esta puede ser superada con la mística y profesionalismo de los oficiales cuyos perfiles (no autorizados) publicamos a continuación.
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Desde Perú21 creemos que el futuro de la Policía está en sus coroneles más estudiosos y efectivos. La institución este año fue golpeada por denuncias de corrupción contra perversos jefes que se dedicaron a llenar sus bolsillos y desproteger a sus subalternos frente a la pandemia. En 2020 la PNP estuvo en crisis, pero esta puede ser superada con la mística y profesionalismo de los oficiales cuyos perfiles (no autorizados) publicamos a continuación.
Harvey Colchado: investigación y estrategia
Desde pequeño, Harvey Julio Colchado Huamaní quiso ser un detective. Su padre vistió el uniforme de la Guardia Republicana. En los años 80 era seguidor de la serie policial Gamboa. En 1996, terminó en el tercer lugar de su promoción en la Escuela de Oficiales de la Policía. Un año después ingresó a la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), pasó por la Dirección Antidrogas (Dirandro) y la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). En 2012, integró el grupo estratégico que capturó al terrorista Florindo Flores ‘Artemio’. Pero, pese a tremendo golpe, recién todos los reflectores se posaron sobre el coronel Colchado en 2019, cuando el trabajo de la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac) obstaculizó el camino de las organizaciones criminales y políticos acusados de corrupción. Hasta hoy los apristas lo responsabilizan del suicidio del expresidente Alan García, producido minutos después de que la Diviac entrara a su domicilio para detenerlo.
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Una operación importante que marcó su carrera fue la captura de ‘Artemio’. En una entrevista que concedió a Perú21 en 2019, Colchado cuenta que en 2008 la patrulla que integraba sufrió un atentado en el distrito de Aucayacu, en la zona del Huallaga. “Venía de instalar unas antenas de radio para escuchas legales y nos emboscaron unos terroristas. Muere un superior, Ordóñez, le decíamos de cariño ‘Edu’. Después de ver el cuerpo de mi compañero en los brazos de sus familiares, dije: ‘Tengo que acabar con el terrorismo, pero también tengo que cuidar a mi personal’”.
Colchado quiere llegar a ser comandante general de la PNP y hoy estudia para lograr el ascenso al grado de general. Durante la pandemia, alejado de la Diviac por motivos académicos, estuvo velando por el orden en mercados y bancos, aunque sus antiguos dicen que está listo para volver a liderar las investigaciones sobre delitos de alta complejidad.
Franco Moreno: profesionalismo y entrega
En noviembre de 2012, el hermano del Coronel PNP Franco Moreno Panta fue asesinado por un grupo de policías a los que años más tarde, y después de una meticulosa pesquisa, se les conoció como el Escuadrón de la Muerte. El autor de esta investigación fue Moreno y la hizo porque su olfato de detective le decía que la muerte de su hermano no fue por las causas que le habían contado.
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Es así que, en 2016, Moreno concluyó la pesquisa y la presentó a sus superiores. El cambio de gobierno en ese entonces y el apoyo de la prensa les dio fuerza y respaldo a los hallazgos del oficial: había descubierto que entre 2012 y 2014 un comandante, con el respaldo de un general cercano al gobierno humalista, tejió una organización dedicada a la creación de falsos operativos policiales que siempre terminaban con el abatimiento –extrajudicial– de los capturados.
Luego, este caso llegó a la Fiscalía y en paralelo Moreno se terminó de ganar el respeto de sus subalternos y superiores por el profesionalismo que había demostrado mientras recogía evidencias para acreditar, entre otras cosas, que su hermano fue acribillado por este escuadrón.
A finales de 2019, gracias a un paciente trabajo de inteligencia, logró capturar a Félix Moreno, entonces prófugo exgobernador del Callao.
Hoy está al mando de la unidad contra secuestros y extorsiones de la Dirincri, donde ha dado duros golpes a la delincuencia que pone en vilo día a día a la sociedad peruana. En su despacho, aunque pocos lo sepan, nació la investigación Barrio King, que concluyó con la desarticulación de la red de ‘Caracol’ y Gerald Oropeza. Moreno sabe que debe cuidarse las espaldas porque este 2020 ha levantado el encono de varios de sus colegas que, por su profesionalismo y entrega, buscan petardear su ascenso en una institución que lo necesita.
Walter Lozano: audacia y valentía
En un país que ostenta el segundo lugar en producción mundial de cocaína, el trabajo del coronel PNP Walter Lozano no cesa. Su último gran golpe fue la desarticulación de la organización dedicada al tráfico ilícito de drogas con el cártel de Los Balcanes encabezada por el piloto de autos Fernando de Olazábal.
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Lozano es conocido en el mundo de la lucha contra las drogas como Bica; mantiene siempre un perfil bajo y deja que su trabajo hable por él, así como sucedió en la operación contra el clan de Rodolfo Orellana. Este 2020, un investigado, sospechoso de ser el traficante más grande de los últimos 30 años del país, logró momentáneamente escabullirse de su investigación a través de argucias judiciales, pero fuentes allegadas al coronel indican que este confía en revertir la situación.
Bica egresó en 1993 de la Escuela de Oficiales de la PNP. Los que lo conocen refieren que decidió entrar a la Policía para luchar contra el terrorismo que por esos años hacía temblar al Perú. Una de sus primeras misiones se desarrolló en la base de inteligencia operativa de la Dircote en Tingo María; la misión fue desarticular al comité regional del Huallaga encabezado por ‘Artemio’. Luego pasó al comando de inteligencia del Huallaga, donde investigó la colaboración de los terroristas con el narcotráfico a cambio de dinero y armas para seguir desangrando al Perú.
En julio de este año ascendió a coronel, y sabe que su misión más arriesgada recién está comenzando. Los fiscales que trabajan con Bica lo respetan y valoran la labor que hace actualmente al mando del grupo Orión de la Dirandro para desarticular a las más temidas organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas.
Víctor Revoredo: no deja crimen sin resolver
“Ningún caso de homicidio que él ha investigado ha quedado sin resolverse”, dice un oficial cercano al coronel Víctor Revoredo Farfán. Tiene más de 50 años, nació en Piura y es un devoto del Señor Cautivo de Ayabaca. Su fe la ha trasladado a su trabajo, ahora, en la Brigada contra la Criminalidad Extranjera que se formó este 2020.
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Antes de asumir esta misión, pasó alrededor de 20 años de su carrera en la división de Homicidios de la Dirincri. Uno de sus últimos trabajos en esta unidad fue la identificación de los cuerpos que aparecieron decapitados en setiembre de 2019. La pericia de Revoredo y su equipo determinó que los implicados tenían nacionalidad venezolana.
En enero de este año consiguió el ascenso después de que gracias a su trabajo se pudo desarticular a la banda que terminó con la vida de cuatro autoridades de la región Amazonas.
A inicios de diciembre, el trabajo de Revoredo le permitió al Perú salvarse de un ridículo internacional: los narcos apresados en Castro Castro iban a fugar por un túnel. El equipo del coronel descubrió el plan.
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