Un olor fétido dio la primera alarma de lo que se encontró al interior de una habitación en Lince: el cuerpo de un anciano de 82 años brutalmente asesinado que estuvo abandonado sobre su cama por cuatro días.
Manuel Ayala Nizama vivía solo en una habitación en la cuadra 3 de la avenida Pardo de Zela, en Lince, donde aparentemente fue asesinado. El cuerpo tenía el cráneo destrozado por varios golpes de martillo y un corte a la altura del hombro derecho. El cadáver se Ayala Nizama estaba en su cama, con el rostro cubierto.
La Policía atendió el llamado de los dueños del inmueble que encontraron el cuerpo y retiraron evidencia que permitiría dar con los culpables del asesinato. En el lugar encontraron dos botellas de vino y varios objetos desordenados.
