Era un día más de rutina para Percy Ubaldo Lima Vilca –de 45 años–, quien inspeccionaba los acabados de uno de sus hostales, pero terminó viviendo la peor experiencia de su vida: fue secuestrado. Sin embargo, ocho horas después lo liberaron.
El plagio ocurrió la mañana del miércoles cuando Lima Vilca, un empresario inmobiliario y de transportes, fue secuestrado por seis sujetos armados.
Había acudido temprano a su hostal Huellas, ubicado en la cuadra uno de la avenida Betancourt, en Los Olivos. Luego de revisar los nuevos acabados del negocio, a las 10:30 a.m. salió del lugar para dirigirse a comprar una terma eléctrica que hacía falta en una de las habitaciones.
En el momento en que iba a abordar su camioneta Toyota –de placa LGM-776–, estacionada al frente del local, fue interceptado por los delincuentes.
Dos sujetos en motocicleta y cuatro en una camioneta negra lo encañonaron, lo golpearon y se lo llevaron.
Con sus gritos, el empresario alertó a los trabajadores del hostal, quienes no pudieron auxiliarlo. Los plagiarios dispararon varias veces al aire y casi matan a un trabajador.
Luego de ocho horas de angustia, Lima Vilca fue liberado en el Puente Camote, en San Martín de Porres.
EMPLEADO CON SUERTEJosé Escobar se libró de que una bala le impactara en el cuerpo. El trabajador del hostal Huellas había salido a ver qué estaba ocurriendo con su jefe.
"Cuando llegué a la calle, vi que lo subían al vehículo de los hampones y uno gritó: '¡Entra y no mires!'. Luego disparó. Felizmente, la bala cayó en la puerta. Si no, no estaría hablando con usted", señaló Escobar.
El empleado subió al segundo piso del negocio, pero no alcanzó a apuntar la placa de la camioneta de los secuestradores.
Según algunos testigos, por el dejo que tenían, se trataría de una banda de colombianos, cuyos integrantes tomaron gaseosas y coordinaron el plagio en una tienda cercana. Agentes de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú informaron que los familiares de la víctima no pagaron rescate.
FAMILIARES EN LA MIRABaltazar Lima, padre del empresario, denunció ante la Policía que su hijo había recibido amenazas de unos parientes con los que tiene un lío judicial por unos terrenos en el interior del país.
"Ellos habrían mandado a secuestrar a mi hijo, es que él no tiene enemigos ni es millonarios", sostuvo el hombre.
Finalmente, detectives de la División de Robos de la Dirincri manifestaron a Perú21 que ya habrían identificado a los hampones.