El Vaticano confirmó el castigo. El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informó ayer que las medidas disciplinarias impuestas contra el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo emérito de Lima, existen y siguen siendo válidas y vigentes, según recogió Vatican News.
Cipriani fue acusado ante la Santa Sede, en 2018, de haber cometido abusos a principios de los años 80. Las acusaciones dieron lugar a una serie de sanciones, entre ellas, la obligación de abandonar el Perú.
Bruni manifestó que a Cipriani “se le impuso un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias”. La medida fue “firmada y aceptada” por Cipriani.
“Aunque en ocasiones puntuales se concedieron ciertos permisos para atender peticiones debidas a la edad y situación familiar del cardenal, en la actualidad este precepto sigue vigente”, añadió el portavoz.
NIEGAN VERSIÓN
La aclaración de Bruni se dio luego de que el cardenal Cipriani, quien reside actualmente en la ciudad española de Madrid, emitiera un comunicado en el que calificó las acusaciones de “completamente falsas”.
“No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie, ni en 1983, ni antes ni después”, aseguró en la misiva, a la vez que cuestionó no haber tenido espacio para responder a las acusaciones debido a que la documentación es reservada y no la tiene en su poder.
“En 2018 fui informado de que había llegado una denuncia que no se me entregó. A continuación, sin haber sido escuchado, sin haber sabido más y sin que se abriera un proceso, el 18 de diciembre de 2019 el nuncio apostólico me comunicó verbalmente que la Congregación para la Doctrina de la Fe me había impuesto una serie de penas, limitando mi ministerio sacerdotal y pidiendo que tuviera una residencia estable fuera del Perú”, dijo.
Le prohibieron portar hábitos y símbolos cardenalicios, además de limitarse a guardar silencio, cosa que, añadió, “he hecho hasta ahora”.
Cipriani agregó que “el 4 de febrero de 2020 tuve una audiencia con el papa Francisco, y el santo padre me permitió reanudar mis tareas pastorales. Así lo demuestra mi amplia actividad pastoral realizada durante estos años, predicación de retiros espirituales, administración de sacramentos, etcétera”.
¿DESOBEDECIÓ SANCIÓN?
Matteo Bruni no se ha pronunciado sobre la audiencia a la que hace mención Cipriani, a inicios de 2020, en la que el papa Francisco le habría permitido volver a desarrollar sus tareas pastorales. Más bien, ha aseverado que el castigo “sigue vigente”.
El cardenal, desoyendo las sanciones impuestas, volvió al Perú para ser condecorado por la Municipalidad Metropolitana de Lima, institución que calificó su trayectoria eclesiástica de “prominente”.
En el acto, el alcalde Rafael López Aliaga entregó la medalla Orden al Mérito en el grado de Gran Cuz a Cipriani por su “incansable labor pastoral, académica y eclesiástica”.
Según el registro oficial del JNE, el hermano del cardenal, Javier José María Cipriani Thorne, está afiliado en el partido político Renovación Popular, que presidente López Aliaga, desde el 20 de mayo de 2024. Además, es presidente de la Junta General de Accionistas de Emilima S.A., empresa municipal de Lima que administra los inmuebles de propiedad de la comuna; y de Fundación Lima, organización sin fines de lucro que trabaja en colaboración con el municipio capitalino.
TENGA EN CUENTA
- Cipriani dijo que “por desgracia, no es la primera vez que se acusa a un cardenal en falso, con relatos llenos de detalles escabrosos”.
- El último 24 de enero, José Enrique Escardó, primer denunciante de Luis Figari —fundador del Sodalicio de Vida Cristiana—, confirmó que, tras sostener una reunión en Roma con el papa Francisco, el sumo pontífice le confirmó la disolución definitiva del grupo.
Vicario del Opus Dei pide perdón por no atender a denunciante
El vicario regional del Opus Dei en el Perú, Ángel Gómez-Hortigüela, emitió un comunicado en el que pide perdón “de todo corazón” por no atender “a una persona que deseaba ser escuchada”, en referencia a quien denunció en 2018 ante la Santa Sede al cardenal Juan Luis Cipriani.
“Pido perdón de todo corazón si no he sabido atender con plena acogida a una persona que deseaba ser escuchada. En 2018, ante la solicitud de una entrevista con el denunciante, sabía que no podía interferir en una acusación formal ya iniciada ante la Santa Sede, que es la vía que corresponde cuando se trata de un cardenal”, manifestó en un comunicado hecho público el 25 de enero.
Explicó que “al no tener competencia jurídica sobre el caso, cuando una persona de la confianza del denunciante me pidió que me entrevistara con él, reaccioné pensando que ese encuentro podía no ser positivo. Hoy me doy cuenta de que podría haberle ofrecido una acogida personal, humana y espiritual, que sí me consta que recibió de otras personas del Opus Dei”.
De otro lado, también aclaró que “no hay registro de ningún proceso formal durante los años en que, como sacerdote, el padre Juan Luis Cipriani estaba incardinado en el Opus Dei”. Aunque añadió que “con la versión de los protocolos de la prelatura sobre abusos actualizada en 2020, hoy sería imposible que una denuncia quede sin registro”.
“No quiero terminar sin reiterar mi solidaridad, que nunca será suficiente con todas las personas que hayan sufrido alguna situación de abuso dentro y fuera de la Iglesia”, concluyó Gómez-Hortigüela en el pronunciamiento. Un mensaje en el que queda claro que, para el Opus Dei, Cipriani actuó mal.
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