Redacción PERÚ21

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"Fueron mutilados y al ver que él seguía sonriendo es que le destrozaron el cráneo". Así relata Carmen Pichilingue la muerte de su hijo, el mayor del Ejército Fernando Antonio Suárez Pichilingue, quien perdió la vida en manos terroristas el pero hasta ahora, más de tres años después, su familia todavía no ha recibido la indemnización que le corresponde.

Según un informe de Abre los ojos, el Estado solo ha pagado S/.21 mil de los S/.55 mil que le corresponde a la familia de un militar caído en combate. Ni su madre ni su hermana, Gisella Suárez, han recibido hasta ahora un sol por concepto de la pensión que también deberían cobrar.

Por si fuera poco, la promesa de una casa nueva construida por el Estado tampoco ha visto la luz. Lo que la señora Pichilingue sí detalló que había recibido fue el fondo del seguro de retiro y el CTS.

OTROS 71 CASOS DE INDOLENCIA Y DESIDIASin embargo, el caso del mayor Suárez no es el único. Así como él, los familiares de los 71 policías y militares fallecidos en el VRAE también parecen haber sido olvidados por el Gobierno, ya que no han recibido las indemnizaciones que les corresponde por ley.

Todos fueron declarados como héroes de la democracia, pero sus deudos todavía no han podido cobrar el seguro de vida completo ni recibir la casa que se les prometió. En la misma situación están los hogares de los otros 13 efectivos que murieron, junto a Suárez Pichilingue, en la emboscada de Sanabamba, según detalla El Comercio.

El beneficio de vivienda no se ha otorgado desde 1997, ya que los organismos que estaban a cargo de cumplir esta indemnización, el Fondo Nacional de Vivienda y la Empresa Nacional de Edificaciones, fueron liquidados y hasta ahora no se establece un nuevo convenio con el sector Vivienda.