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Defensoría del Pueblo se opone a rapar a presos de Lurigancho
Institución pidió al director del penal que deje sin efecto la medida porque configura un “trato humillante y degradante”.
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La Defensoría del Pueblo expresó su rechazo a la disposición del director del penal de Lurigancho de rapar el cabello de los casi 8 mil internos de este reclusorio, como una medida de seguridad.
Según informó hace unos días Tomás Garay, coronel a cargo del penal, la medida fue dada porque los presos aprovechan sus cabelleras largas para disfrazarse de mujeres y escapar.
Sin embargo, a través de un comunicado, la Defensoría consideró que esta norma no es objetiva, razonable y proporcional, y que no solo configura un trato humillante y degradante, sino que también afecta el derecho al libre desarrollo de la personalidad e integridad física de las personas".
Además, el jefe del Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios, José Ávila, señaló que se contribuiría a generar estereotipos negativos hacia los presos, lo que además podría afectar su reinserción social.
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