La pandemia del COVID-19 ha arrebatado a muchos la posibilidad de poder estar al lado de sus seres queridos en los últimos momentos de sus vidas. Inclusive, este mortal virus y su letal capacidad de contagio a los más vulnerables ha impedido que tengamos opción de despedirnos de ellos en un funeral. Sin embargo, ayer más de cinco mil familias tuvieron la oportunidad de participar en una homilía religiosa en su memoria.
En el marco de la solemnidad del Corpus Christi, el Arzobispado de Lima realizó una emotiva ceremonia para que miles de peruanos puedan despedir a sus familiares que fallecieron por el coronavirus. Para ello, la institución católica recibió las fotografías con los rostros de las víctimas de la pandemia, las cuales fueron colocadas en los asientos, paredes y murales de la emblemática Catedral de Lima.
Gracias a esta iniciativa presenciamos una inédita ceremonia religiosa en la histórica catedral limeña, en la que estuvieron presentes las fotografías de familiares, amigos y colegas que perdieron la batalla. Entre ellos, estaban el gestor cultural Luis Repetto, fallecido recientemente, y el camarógrafo periodístico Mario Bucana.
Varias imágenes estaban identificadas con el primer nombre o una sentida frase de cariño, mientras el país entero acompañaba en con el pésame. Fue una solitaria ceremonia, similar a la que ofició el Papa Francisco el 5 de abril por Domingo de Ramos, en la Basílica de San Pedro. A solas y sin público, en la etapa más dura de la pandemia en Europa.
EL DOLOR DE LA IGLESIA
El doctor en Teología Edwin Vásquez indicó a Perú21 que la ceremonia del Corpus Christi de ayer tiene un sentido muy hondo dado que Jesús se hace solidario con la humanidad participando de sus sufrimientos y alegrías, y los acompaña en la muerte. “El mensaje cristiano es que la muerte no tiene la última palabra. Al ver estas fotos, pensaba en ello. Estos rostros representan a aquellos que , aunque han muerto, en la fe vivirán”, indicó.
Sobre el significado de la muerte para la Iglesia Católica, el sacerdote Vásquez indicó que se puede entender como una etapa.
“En la época de Jesús, recién se arraigaba en el pueblo judío la idea de la resurrección de los muertos y fue una creencia en Israel desde antes. Cuando Jesús muere, la idea de la resurrección estaba presente, y cuando él resucita, muchos se sorprendieron. Es lo que celebramos los cristianos en todas las eucaristías: La muerte y la resurrección”, nos indicó.
Por otro lado, Vásquez comentó que la Iglesia es también víctima del COVID-19 en este panorama de iglesias vacías. Considera que también participa del sufrimiento de la población, de los familiares de los enfermos, la Policía y personal de salud.
“La iglesia sufre con aquellos que velan por la seguridad, por los que corren un riesgo por el bien de los demás. Esa es la imagen de Cristo, que se sacrifica”, agregó.
Finalmente, el padre Vásquez aseveró que la intención de compartir una fotografía es la oración de la Iglesia por el difunto.
“La tradición cristina y católica tiene muy claro que la oración es importante para acompañar en el tramo final de la vida, en camino a la eternidad”, aseveró.
PARA DECIR ADIÓS
El director de comunicaciones del Arzobispado de Lima, Juan José Dioses, explicó a Perú21 que esta ceremonia fue impulsada por el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, quien la semana pasada invitó a los ciudadanos a que envíen las fotografías de familiares y amigos que murieron por el COVID-19 para realizar una misa en su nombre. El lema de esta ceremonia es ‘Con tu cuerpo, oh Cristo, toca y resucita a nuestros muertos por la pandemia’.
“Hemos querido acoger el dolor de todo el país expresado en cada una de las fotografías. Es un gesto bastante sencillo, pero no deja de ser profundo. Es para que simbólicamente podamos darle una despedida digna a nuestros seres queridos”, dijo Dioses sobre la ceremonia que convirtió a la Catedral en el mural del último adiós.
DATOS:
- La misa del Corpus Christi en la Catedral de Lima fue oficiada por el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, quien utilizó una túnica blanca con cruces doradas. Estas representan al cuerpo de Cristo. Lo asistieron monseñor Guillermo Elías y el padre Rafael Reátegui.
- La tradicional ceremonia del Corpus Christi se realiza los jueves. Sin embargo, por la coyuntura de la pandemia se efectuó ayer.
- En un punto de la ceremonia de ayer, el arzobispo Carlos Castillo recitó un verso del poema “Todos mis huesos son ajenos”, de César Vallejo.
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