Los taxis, colectivos y cústers han invadido el corredor Tacna-Garcilaso-Arequipa debido a la ausencia de inspectores municipales. Esto ocasiona que los buses azules formen largas colas en sus paraderos, lo que genera caos vehicular.
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Este problema se observa, por ejemplo, en las estaciones Bolivia, España y Risso. Aquí los colectivos recogen pasajeros que se dirigen a San Juan de Lurigancho o Carabayllo.
"Me estaciono aquí porque nadie me lo impide. No hay señales que lo prohíban", dijo el chofer de un colectivo que iba a la avenida Wiesse. En tanto, en la avenida Arequipa, decenas de taxis se estacionan en paraderos del Corredor Azul.
¿Y los fiscalizadores municipales? Perú21 recorrió este eje vial y pudo observar que se han reducido considerablemente. La ausencia más notoria se da en el Jr. Virú. Por las noches (sobre todo a partir de las diez) cústers de la empresa Orión y otras compañías salen a laborar con total impunidad.
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Por otro lado, la ausencia de un patio para los buses en el Rímac sigue generando molestias en la avenida Amancaes.
"Ya estoy cansado. Tengo mi ferretería y mis clientes no pueden entrar con sus carros por estos buses", afirmó Mario Quispe, dueño del negocio.
SISTEMA DE RECAUDODe otro lado, los operadores de los corredores esperan que la Alcaldía de Lima instale, pronto, un sistema de recaudo electrónico. Luis Maraví, del Consorcio Panamericana, señaló que existe una distorsión entre los ingresos generados en función a la cantidad de pasajeros y los boletos cotejados.
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