Los colegios afiliados al Consorcio de Centros Educativos Católicos vienen evaluando realizar modificaciones en sus pensiones debido a la coyuntura que se vive por la pandemia del COVID-19, que ha causado, entre otras cosas, la suspensión de clases presenciales en instituciones públicas y privadas.
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A través de un comunicado, el consorcio informó que “los colegios están evaluando los reajustes de sus presupuestos sin desatender la obligación principal, que es brindar una educación de calidad a los estudiantes, honrar los pagos de las planillas de los trabajadores y realizar las inversiones necesarias para no desatender esta nueva modalidad de enseñanza”.
Asimismo, precisó que esta medida se aplicará pensando en la economía y bienestar de los padres de familia, en concordancia con las medidas dictadas por el gobierno. La nueva pensión será fijada tras la reestructuración de costos con transparencia y se aplicará mientras el servicio educativo sea distancia.
La agrupación de colegios religiosos indicó que desde el 16 de abril, cuando se dispuso esta nueva modalidad de enseñanza, la mayoría de centros educativos asumió el “reto de invertir en plataformas, herramientas digitales, tecnología y permanente capacitación de sus docentes”.
Por otro lado, hizo un pedido al Poder Ejecutivo, para que en base al Presupuesto 2020 de cada uno de los colegios el Estado pueda brindar un apoyo con líneas de crédito blandas o con un préstamo puente con interés máximo de 1%.
“Esto ayudaría en el descuento a efectuar en las pensiones y así, las familias con mayor necesidad, pudiesen cumplir con sus compromisos y/o postergar el pago de pensiones, y cuando más adelante cumplan, el colegio pueda subsanar dichos préstamos”, manifestó el consorcio.
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