Paro de colectiveros de Lima y Callao. (Mario Zapata)
Paro de colectiveros de Lima y Callao. (Mario Zapata)

No tuvo nada de pacífico. Todo lo contrario. El paro que realizaron ayer los tuvo fuertes episodios de violencia y vandalismo, que sembraron el temor entre los limeños y chalacos, sobre todo entre los que viven en las zonas más alejadas.

Desde la madrugada, piquetes de manifestantes salieron de Carabayllo, Chosica, Santa Anita, Chorrillos, San Juan de Lurigancho, Callao, entre otros lugares, rumbo a la plaza San Martín. A su paso, pincharon las llantas de otras unidades, arrojaron piedras a diversos vehículos y obligaron a pasajeros a bajarse de los mismos.

También protagonizaron robos y bloquearon pistas. Esto fue lo que ocurrió, por ejemplo, en la avenida Javier Prado, frente al exclusivo hotel Westin. Allí, un grupo quemó neumáticos para impedir la libre circulación.

Este tipo de agresiones injustificables también se registraron en las carreteras Panamericana Sur y Central, así como en la Av. Túpac Amaru, en Carabayllo. En este último distrito, la Policía tuvo que realizar disparos al aire.

También se vieron afectadas por actos de vandalismo más de 40 unidades de los corredores complementarios, tal como lo señaló Ángel Mendoza, representante de dichos transportistas.

CON BREVETE SUSPENDIDO

Esta caótica situación hizo que el Ministerio del Interior (Mininter) anulara la resolución que autorizaba la marcha de los colectiveros ilegales. Este permiso había sido tramitado por Richard Bernechea Villanueva –dirigente de la Federación de Transporte Lima Sur– quien, de acuerdo con el portal del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, tiene el brevete suspendido.

Bernechea es propietario –según Registros Públicos– de una van que registra multas por diversas infracciones de tránsito por un monto superior a los S/6 mil desde el año 2017 y que tiene orden de captura.

Pese a la orden del Mininter, la marcha continuó. Los conductores informales de Lima Norte y el Rímac lograron llegar hasta la plaza Dos de Mayo. En el lugar esperaron a los transportistas de Callao y Lima Este para ir hacia la plaza San Martín.

Esto no fue posible debido a la rápida intervención policial, que al detectar disturbios en varios sectores, utilizó bombas lacrimógenas para dispersar a los colectiveros.

El general Gastón Rodríguez, jefe de Operaciones PNP para Lima y Callao, explicó que esta medida se implementó para retomar el orden.

“Ellos tenían autorización para ir del Campo de Marte hasta el Cercado de Lima, de manera pacífica. Como esto no se cumplió, inmediatamente replanteamos la estrategia para dispersarlos”, indicó a Perú21. En total, la PNP desplegó 5,710 agentes.

En esa misma línea, el Ministerio del Interior informó, a través de un comunicado, que al menos 120 personas fueron detenidas durante el paro.

Dicho sector precisó que, entre los intervenidos, figuran ciudadanos peruanos y extranjeros, los cuales –luego de las investigaciones respectivas– serán denunciados por la Procuraduría Especializada en Delitos contra el Orden Público por causar actos vandálicos y por desacato a la autoridad.

RECHAZAN A INFORMALES

A pocas horas de que la Policía controlara la situación, la presidenta de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), María Jara, expresó su rechazo hacia los actos violentos. Dijo que si bien puede existir un diálogo, la formalización de los colectiveros no es una opción.

“Este servicio es ilegal, fundamentalmente porque baja los estándares de calidad y de seguridad, que responde a la necesidad de la población y no a la de un motín de informales que recurren a la violencia, lo cual definitivamente rechazamos”, expresó.

Agregó que entre las funciones de la ATU se halla implementar un sistema integrado de transporte, para lo cual se requiere vehículos de 12 metros de largo donde puedan viajar 80 personas. Estos reemplazarían a los más de 20 autos particulares que transportan esa misma cantidad ocupando más espacio en las pistas.

“Esto se hará de manera paulatina. Habrá un programa de mitigación de impactos sociales que pueda permitir la salida ordenada de los distintos operadores que no se adjudiquen los servicios, pero eso no implica que vayamos a legalizar o bajar la calidad del servicio”, recalcó.

Sostuvo, además, que “cualquier diálogo siempre supone el orden y respeto entre las personas. Lo que estamos viendo en imágenes (de la protesta) es que detrás de este discurso hay vandalismo y delincuencia”. Precisó que de ninguna manera los “autos colectivos” brindarán servicio de transporte público.

Por su parte, el exviceministro Ricardo Valdés también condenó los actos vandálicos que perturbaron las calles de la ciudad la mañana de ayer.

“Hay ciertas protestas que no puede permitir la autoridad. Me preocupa que hayan bloqueado vías tan importantes como la Panamericana Norte, la Panamericana Sur y la Av. Javier Prado. Han interrumpido vías de comunicación impidiendo que la gente llegue a su trabajo”, refirió.

Manifestó que la Policía debió prever la reacción de los informales. “Existe una demanda por el transporte público que no está siendo satisfecha. Lo que toca ahora es demostrar sobre los hechos la vocación de este gobierno de restablecer el orden”, indicó.

RECUADRO:

Alcalde de Lima, Jorge Muñoz: ‘Informales no pueden paralizar la ciudad’

El rechazó los actos de violencia perpetrados, la mañana de ayer, por los colectiveros ilegales de Lima y Callao que realizaron una paralización, y subrayó que estos no pueden pretender paralizar la ciudad para imponerse.

“La informalidad es un problema que, durante años, ha venido mermando nuestra sociedad, pero los peruanos no podemos darle más cabida a esta lacra. No podemos permitir que personas que realizan una actividad ilegal quieran paralizar nuestra sociedad e imponer sus ideas por la fuerza, afectando a los ciudadanos que utilizan un sistema de transporte moderno, digno y seguro”, dijo el burgomaestre en una conferencia de prensa en el municipio capitalino.

Tomarán Acciones

Detalló que, a raíz de esta inaudita medida de fuerza, 42 buses de los corredores complementarios y cinco del Metropolitano fueron vandalizados. Anunció que se tomarán acciones legales contra las personas que causaron desorden y daños.

Sobre la formalización que piden los conductores de los colectivos, respondió: “Lo que se busca es que esta formalidad sea en vehículos de mayor capacidad y no en vehículos individuales. Eso será implementado a través de la Autoridad de Transporte Urbano”.

Muñoz sostuvo, pese a la protesta, se continuará con la fiscalización electrónica y con el plan de restricción vehicular denominado ‘pico y placa’. Exhortó a los pasajeros a no usar transporte informal. Anunció que, en los próximos días, incrementarán la flota del Metropolitano en 22 unidades más.

ANÁLISIS:

“Este no fue un paro de gente pobre”

Alfonso Flórez // Fundación Transitemos

La involución del transporte público, en los últimos 30 años, ha ido de la macrotransportación a la microtransportación. Durante la gestión del alcalde Luis Castañeda no se hizo nada para terminar la reforma de transporte que se emprendió con Susana Villarán; solo se licitaron 18 de los 40 paquetes de corredores complementarios. Hoy los corredores deberían tener, por lo menos, 5 mil buses operando, pero solo hay 800. Ante esta poca oferta, la informalidad tomó ventaja.

Es posible que grandes intereses estén detrás de este paro de colectiveros, pues hay más de 370 rutas superpuestas que van a ser eliminadas y esto al sistema tradicional no le conviene. Este no fue un paro de gente pobre, sino de personas que poseen una o más unidades (desde autos a van). Formalizar el servicio ilegal de los colectiveros significaría retroceder, caeríamos en el despeñadero y la situación empeoraría.

DATOS

-Según la Cámara de Comercio de Lima, hay 1.7 millones de vehículos circulando en Lima y Callao, lo que representa el 66% de todo el parque automotor del país.

-De acuerdo con Luz Ámbar, en la capital circulan 150 mil colectivos ilegales. De ellos, 35 mil están en los corredores complementarios.

- En Lima se realizan 20 millones de viajes al día. De ellos, poco más de un millón se hacen en el tren, Metropolitano y los corredores.