La ciudad de Lima cumplió 489 años de fundación y su Centro Histórico continúa abriéndose camino a pesar de los siglos y el avance de las tendencias. Desde que el Centro Histórico de Lima (CHL) fuera declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1991, se tenía que velar por su cuidado y recuperación al representar una herencia material recibida por generaciones antepasadas.
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Pese a esta declaratoria, muchas de estas edificaciones carecen de medidas de seguridad, herramientas de gestión y planificación actualizadas y adaptadas, para poder garantizar la conservación y gestión de un patrimonio mundial. Además, otras están en completo abandono.
INVERSIÓN PRIVADA
Una de las medidas que el Congreso aprobó el año pasado fue la Ley N°. 31980. Un régimen especial tributario para el CHL a fin de proteger su patrimonio cultural y fomentar su desarrollo sostenible. Dicha ley establece, entre otras cosas, que los inversionistas que quieran cooperar con la municipalidad en la recuperación del CHL o revertir la condición de inhabitabilidad de algunos inmuebles tendrán beneficios tributarios.
“Se van a promover beneficios tributarios para aquellas personas que quieran desarrollar ciertas cosas que hemos considerado necesarias. Promover la vivienda. También la vivienda de interés social. Promover locales comerciales vinculados al turismo como hoteles, restaurantes, cafés, teatros, centros culturales”, sostuvo a Perú21 Luis Martín Bogdanovich Mendoza, gerente de Prolima.
Otro aspecto importante es que el 3% del IGV que se recaude en el Cercado de Lima será destinado a la comuna limeña. Según Bogdanovich, el año pasado se destinaron S/36 millones. A partir de 2025, serán S/100 millones.
Sin embargo, existe una amenaza latente en el CHL: las protestas y daños al patrimonio. ¿Cómo se hace en esos casos? “El año pasado, la municipalidad aprobó una ordenanza para declarar intangible el Centro Histórico bajo ciertas premisas. En esos casos las manifestaciones están prohibidas. Es algo con lo que vamos a tener que lidiar permanentemente. Es una responsabilidad que asume la administración municipal de poder garantizar la sostenibilidad de estas inversiones privadas y públicas”, dijo.
PROYECTOS
Tras la aprobación del Plan Maestro del CHL, en 2019, Prolima ha ido recuperando, restaurando y conservando varios inmuebles, iglesias, murales, plazas, etcétera. En 2023, se concluyeron cinco proyectos: la Casa de la Cultura Criolla, la Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, la Iglesia de Santa Rosa de los Padres, la Plaza Bolognesi y Plaza Francia.
Este 2024 será un año con mucha actividad también. Primero se entregarán seis iglesias que están por culminar su restauración. Estas son la iglesia de Santo Domingo y otras cinco iglesias en los Barrios Altos: Santo Cristo de las Maravillas, Santiago Apóstol del Cercado, Nuestra Señora del Prado y Las Trinitarias. A la par, se iniciarán otras siete intervenciones: el Boulevard Paraguay, la Casa Chabuca Granda, el edificio Giacoletti, el Hospital Real de San Andrés, la Iglesia San Carlos-Panteón de los Próceres, la Plaza Italia y Plazuela de la Buena Muerte.
¿EN QUÉ CONSISTEN LOS TRABAJOS?
La dinámica de recuperación del CHL tiene tres etapas. “La primera es la peatonalización, es decir, la recuperación del espacio público como las plazas. La segunda es la restauración de las fachadas de los inmuebles monumentales, de las iglesias, por ejemplo, que son edificios de valor. Estas dos primeras etapas corresponden al espacio público y el entorno del espacio público. Y finalmente la tercera etapa es la recuperación integral de los inmuebles”, detalló el también arquitecto.
La prioridad, en pocas palabras, es convertir el CHL en un mejor lugar para vivir y un destino turístico de importancia internacional.
BENEFICIOS:
·Para proyectos inmobiliarios en inmuebles de valor monumental o inhabitables: el 30% del monto de la inversión en los proyectos podrá ser usado como crédito tributario contra el Impuesto a la Renta del ejercicio gravable en el que se efectúe la inversión. En otros inmuebles será el 15%.
·Para los mecenas culturales: pueden deducir como gasto las donaciones o contribuciones que hayan realizado, en un monto de hasta el 10% de su renta neta de tercera categoría y hasta el 10% de su renta neta de trabajo y de fuente extranjera.
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