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Cáncer al pulmón: Un mal relegado en la atención del Estado
Además del cigarrillo, la mala calidad del aire que se respira en Lima y en varias ciudades del país abona también a favor de la incidencia del cáncer al pulmón.
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El Estado peruano gasta relativamente muy poco en el tratamiento del cáncer al pulmón. Y no nos referimos solo a pacientes que llegan afectados como consecuencia del consumo de tabaco. Esta letal enfermedad también impacta en los no fumadores. No obstante, en los últimos años, el gasto total en atención de esta neoplasia ha sido bastante inferior a lo gastado en otros tipos de cáncer.
Además del cigarrillo, la mala calidad del aire que se respira en Lima y en varias ciudades del país abona también a favor de la incidencia del cáncer al pulmón. La contaminación vehicular es una de las principales causas de la mala calidad de este insumo vital en el Perú. Lima es la ciudad con peor calidad del aire en el país seguida de Trujillo (La Libertad) y Chupaca (Junín). A nivel de Sudamérica, la capital del Perú ocupa el puesto 15 de 84 entre las ciudades más contaminadas, superada solo por otras 14 ciudades chilenas (ranking IQAir).
Según el Minam, en 2016, el 7.7% de las muertes asociadas con la calidad del aire (1,124) fueron por cáncer a la tráquea, bronquios o pulmones. Para la OMS, el valor estándar de calidad del aire debe estar en una concentración máxima de 25 ug/m3 (valores contaminantes); sin embargo, en 2018, el promedio anual para todas las zonas de Lima fue muy superior: 109.1 Lima Norte; 79.5 Lima Sur; 78.3 Lima Este; 63.3 en el Cercado de Lima, y 34 en el Callao.
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Esas cifras disminuyeron durante el confinamiento por efecto de la pandemia del COVID. El 20 de marzo el Ministerio del Ambiente hizo una medición en San Juan de Lurigancho, donde se alcanzó apenas 4 ug/m3, muy inferior al estándar diario de la OMS de 25 ug/m3.
ESCASOS RECURSOS
Javier Albán, investigador de 50+1 que analiza políticas públicas, señaló que el cáncer a pulmón, según The Economist Intelligence Unit, es uno de los tres tipos de cáncer que más muertes ocasionan en América Latina.
Actualmente, el Estado genera ingresos a través tributos ‘extrafiscales’, cuyo fin no es recaudar más sino desincentivar conductas que causen daño, como el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). Entre estos, al menos tres buscan desincentivar el consumo de productos que aumentan el riesgo de cáncer de pulmón: el ISC al tabaco, a los vehículos usados y al combustible.
Solo por este último, en 2018 el fisco recaudó cerca de S/2,500 millones. Considerando que parte de esos recursos deberían utilizarse en atender los daños que genera el consumo de esos productos, el monto invertido en atender el cáncer al pulmón fue poco más de S/14 millones en 2019. “Siempre debería exigirse una congruencia clara entre los ingresos por impuestos que buscan desincentivar una conducta, y lo gastado para corregir los daños causados por esa misma conducta”, señala Albán.
El monto invertido en atención de cáncer al pulmón aparece relegado también frente a otros tipos de cáncer (ver gráfico), como los considerados dentro del Fondo Intangible Solidario de Salud (Fissal).
DATOS
Existe, además, un embalse general de atenciones para pacientes con cáncer. Javier Albán recuerda que solo entre febrero y junio de 2020, se dejaron de realizar aproximadamente 74 mil atenciones, según un informe de Apoyo Consultoría.“Consideramos que el cáncer al pulmón merece ser enfrentado por el Estado con un mayor sentido de urgencia”, sostuvo Albán.
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