Cajarmarca: Enfrentamientos y violencia en paro que cumple 15 días

El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, insistió en que Conga es “inviable” e instó a Nadine Heredia a que interceda para lograr que Ollanta Humala “cumpla su palabra”.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

22/08/2019 - 00:51

A 15 días de iniciado el paro indefinido contra Minas Conga, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, mantuvo su posición e insistió en que el proyecto aurífero de US$4,800 millones es inviable y que la protesta terminará cuando Newmont se retire del departamento.

"Este proyecto Conga ha demostrado que no tiene licencia social (…) y una forma para que acabe este conflicto es que (la compañía estadounidense) Newmont se retire de Cajamarca", declaró.

Asimismo, Santos instó al presidente Ollanta Humala a que solucione "el tema pendiente" que hay en la región, en alusión a la oposición a la actividad minera, y hasta invocó a Nadine Heredia a interceder por Cajamarca.

Agregó que la primera dama se equivocó cuando dijo que los intereses personales de Santos 'contaminan' el diálogo con el Gobierno.

"Creo que la ministra, perdón, la primera dama, se equivocó en su declaración. Debió decir que las mineras están contaminando el país (…) Con el respeto que se merece la primera dama, ella es descendiente de cajamarquinos y debe venir a explicar cuáles son las normas aprobadas por el régimen para la protección de la nueva minería (…) ella también debe llevarnos a que el presidente cumpla su palabra", señaló.

ENFRENTAMIENTOSPor otro lado, diversos choques entre la población y la Policía se registraron hoy durante las protestas antimineras. Los manifestantes denunciaron el uso desmedido de la fuerza por parte de los efectivos para reprimir una marcha pacífica. En el sector Baños del Inca, una persona fue detenida y tres resultaron heridas

Asimismo, RPP Noticias reportó un enfrentamiento en el kilómetro 4 de la carretera hacia Bambamarca, donde niños y madres gestantes tuvieron que huir para no ser afectados por los gases lacrimógenos y perdigones que usó el contingente policial para dispersar a los pobladores.

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