En las últimas semanas, el sector transporte en el país ha enfrentado una grave crisis de seguridad debido a un alarmante aumento en los casos de extorsión. Empresarios y trabajadores del rubro han denunciado un clima de temor e incertidumbre, generado por la escalada de amenazas y actos violentos que buscan extorsionar a las empresas dedicadas al transporte de pasajeros.
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Los extorsionadores, operando con total impunidad, han centrado sus esfuerzos en exigir sumas considerables de dinero bajo la amenaza de violencia. Los principales afectados son los empresarios que manejan rutas de larga distancia, quienes han reportado un significativo aumento en el número de llamadas y mensajes intimidantes. En estas comunicaciones, los delincuentes exigen el pago de cuotas regulares para evitar atentados contra los vehículos o el personal de las empresas.
El impacto de esta ola de extorsiones no se limita a los dueños de las empresas, sino que también afecta a conductores y empleados, quienes viven con el constante temor de ser víctimas de ataques. Esta situación ha llevado a algunos empresarios a considerar seriamente el cierre de sus operaciones o la modificación de sus rutas.
Casos de extorsión
Etuchisa
Una de las empresas más afectadas es la Empresa de Transportes Urbanos Los Chinos S.A. (Etuchisa), conocida popularmente como ‘El Chino’. El 15 de agosto, un bus de esta empresa fue violentamente atacado en el malecón Chillón, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros.
Días después, dos sujetos armados dispararon contra una flota de buses de Etuchisa, causando daños significativos. Pese a los atentados, los extorsionadores continuaron con sus amenazas, y recientemente, abrieron fuego contra otra unidad en Villa El Salvador, desatando el pánico entre los pasajeros.
'El Mandarín'
Pero la violencia no se detiene ahí. Otra empresa, ‘El Mandarin’, sufrió la pérdida de uno de sus conductores en un brutal ataque mientras cubría la ruta Comas - San Juan de Lurigancho.
Y el afectado fue Rutnam Berríos Pajuelo quien, mientras manejaba, fue cerrado por dos sicarios en motos que, sin mediar palabras, abrieron fuego contra él por ambas ventanas hasta asegurarse de que ya no respirara.
Con 32 años de vida y con dos pequeños hijos en orfandad, el mencionado conductor de la empresa de transportes (ET) dejó este mundo como víctima "colateral" del segundo atentado de malvivientes a su centro de trabajo.
Después de asesinar cruelmente, por las dos ventanas, a un chofer de combi de la empresa de transportes El Mandarino, los sicarios que perpetraron el terrible acto dejaron una nota sobre el cadáver.
"Empresa Naranjito, hoy mato a un chofer, mañana a otro y a otro si le siguen pagando al 'Mostro Chonguito'. Desde hoy, no pagarán. Atte: Los que matarán al 'Mostro Chonguito'", se lee en el papel.
San Genaro
La empresa de transporte San Genaro, que cubre la ruta entre Chorrillos y Callao, también ha sido víctima de esta ola de extorsiones. Desde hace un año, sus conductores han recibido amenazas que comenzaron con mensajes anónimos y evolucionaron a exigencias explícitas de pago de 9 mil soles mensuales.
La situación escaló cuando los extorsionadores atacaron a balazos el local de la empresa, dejando un claro mensaje de que están dispuestos a usar la violencia extrema para lograr sus objetivos.
Translima
Translima, una de las empresas más grandes y formales que conecta a casi todos los distritos de la capital, tampoco ha escapado de esta ola criminal. Sus buses han sido interceptados, apedreados, e incluso atacados con granadas, en un intento desesperado por doblegar a la empresa y a sus trabajadores.
Ante esta crisis, los dirigentes del sector han presentado denuncias, lo que ha permitido rastrear algunas de las comunicaciones de los extorsionadores. Sin embargo, estos delincuentes cambian de números de teléfono y cuentas bancarias con frecuencia, complicando las investigaciones y perpetuando el clima de terror en el sector.
Premier preocupado por extorsiones en el sector transporte
En un contexto de creciente preocupación por la seguridad ciudadana, el primer ministro Gustavo Adrianzén expresó su repudio a los recientes actos de violencia que han afectado al país, subrayando el grave impacto que estos tienen en la vida cotidiana de los ciudadanos y en la economía nacional.
Durante una conferencia de prensa, Adrianzén manifestó su rechazo a las formas de criminalidad que han surgido, especialmente la extorsión, la cual calificó como un problema extremadamente serio. "Me sumo a la preocupación y, por supuesto, expreso mi repudio por estas formas de criminalidad. La extorsión es un problema muy serio porque el Gobierno impulsa el desarrollo y promoción de inversión", afirmó.
El primer ministro destacó cómo este delito ahuyenta a los emprendedores, quienes se ven amenazados por prácticas intimidatorias que ponen en riesgo sus vidas y las de sus familias. "Es un crimen que ahuyenta la inversión, ¿qué emprendedor va a iniciar un negocio si luego, debajo de la puerta, le ponen una fotografía de él o de su familia? Le dejan una granada o una bala. Este tema nos preocupa de manera significativa", subrayó.
Adrianzén también abordó la situación de la compañía de transportes afectada por estas amenazas, enfatizando su importancia a pesar de las críticas que pudiera recibir. "Que la empresa deje de transitar genera un problema enorme en el día a día de muchas personas", explicó, reconociendo el papel vital que juegan estas compañías en la vida diaria de la población.
En cuanto a las acciones del Gobierno, el primer ministro aseguró que se están redoblando esfuerzos para garantizar la seguridad en las rutas afectadas por la criminalidad. "El ministro del Interior está preocupado por lo sucedido y está tratando de garantizar toda la seguridad que es posible para que este fenómeno desaparezca. Creemos que nuestros esfuerzos deben redoblarse", comentó.
Más de 1,500 denuncias por extorsión en el 2024
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha reportado más de 1,500 denuncias de extorsión en Lima durante lo que va de 2024, según un informe reciente de Latina Noticias. Este preocupante aumento en la criminalidad ha encendido las alarmas entre las autoridades y la ciudadanía, especialmente en distritos como San Juan de Lurigancho, que ha sido el más afectado por esta ola delictiva.
El coronel Jorge Carpio, jefe de la División de Extorsión de la PNP, expresó su profunda preocupación por el creciente número de casos. "El incremento de estos delitos es alarmante y está generando un ambiente de inseguridad generalizada en la capital, particularmente en San Juan de Lurigancho", declaró Carpio. Este distrito, que ya enfrentaba altos índices de criminalidad, se ha convertido en el epicentro de las actividades extorsionadoras, afectando tanto a empresarios como a ciudadanos comunes.
Según el informe, las extorsiones se han manifestado de diversas formas, desde amenazas telefónicas hasta actos violentos contra personas y propiedades. Los delincuentes demandan sumas de dinero a cambio de "protección", y en caso de no recibirlo, cumplen con sus amenazas, lo que ha generado pánico entre los afectados.
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