Aniversario de Lima: cinco acciones claves para convertir a la capital en una ciudad inteligente y sostenible

En la actualidad, los países del mundo son cada vez más urbanizados. Si bien las ciudades y las áreas metropolitanas son las responsables de gran parte del crecimiento económico global, también son los principales generadores de contaminación ambiental. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.

Para mitigar estos impactos negativos, una gran alternativa es apuntar a convertirlas en ciudades inteligentes y sostenibles. De acuerdo con Jenny Parra Small, arquitecta y docente de la escuela de Posgrado Wiener, una ciudad sustentable es aquella que ofrece calidad de vida a sus habitantes, junto con una reducida huella ambiental, al mismo tiempo que garantiza que las necesidades de las generaciones futuras no se vean comprometidas y procura la justicia social.

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En el caso de Perú, la capital de Lima está lejos de cumplir este objetivo, ya que enfrenta graves problemas como la inseguridad ciudadana, déficit de áreas verdes y de espacios inclusivos y accesibles; altos índices de contaminación ambiental, entre otros. Si bien el panorama no es el más favorable, se podría lograr esta meta si se cuenta con la participación activa de las autoridades del gobierno central y sectores, los gobiernos municipales, el sector privado y de los ciudadanos representados en sus organizaciones sociales.

“Para convertir a Lima Metropolitana en una ciudad sostenible, es necesario implementar una estrategia integral de desarrollo urbano sostenible, que priorice el caminar, el uso de la bicicleta y del transporte público, que constituyan las bases sobre las que se genere el desarrollo de la ciudad, para que sea disfrutada principalmente por los peatones y no por los vehículos motorizados”, precisa la especialista.

Por ello, en el marco del aniversario de Lima, la especialista explica cinco acciones esenciales para transformar a nuestra capital en una ciudad más sostenible.

• Planificación urbana eficiente y acceso a recursos públicos básicos, que privilegie el bienestar de las personas, con enfoque de desarrollo sostenible y gestión del riesgo de desastres, bajo criterios ecológicos y de igualdad social; que garantice a los ciudadanos educación de calidad, centros de salud adecuados, transporte público accesible; gestión inteligente de residuos sólidos; seguridad y buena calidad del aire; empleo de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), entre otros aspectos.
• Áreas urbanas compactas e integradas con acciones de renovación urbana de espacios públicos, como adaptación de calles, plazas y parques; conservación del patrimonio cultural y su incorporación a la ciudad moderna; con uso energético eficiente y disminución del consumo.
• Mejorar la sostenibilidad medioambiental mediante la reducción de emisiones de CO₂ y de otros gases perjudiciales para la capa de ozono, mediante el uso de energías renovables; implementar sistemas de movilidad urbana y transporte público sostenibles, que cuenten con una buena oferta de medios alternativos de transporte como bicicletas y autobuses eléctricos;  la adaptación de viviendas a sistemas que promuevan el ahorro de agua y de energía.
• Favorecer el comercio justo y solidario, desincentivando el consumo desmedido, fomentando la compra local, las redes de personas productivas respetuosas con el medio ambiente y la agricultura familiar ecológica.
• Protección de recursos naturales, evitando el uso desmedido de los recursos naturales de los que se dispone en entornos cercanos y la creación de redes de solidaridad entre los ciudadanos; implementando la fórmula: reducir, reutilizar y reciclar; poniendo en marcha acciones pedagógicas para concienciar sobre la importancia del reciclaje y el consumo responsable.

Finalmente, la especialista,  agrega que para construir una ciudad ecointeligente sobre la base de suelo urbano seguro ante desastres, se requiere priorizar la opción de diseñar, construir y mantener sistemas modernos que satisfagan las necesidades básicas de los ciudadanos; implementar infraestructuras modernas y eficientes en el uso de recursos basado en fuentes de energía renovables y una economía circular de materiales.

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