Alberto Fujimori, ex presidente del Perú, recibió el pasado 24 de diciembre el indulto humanitario por parte del presidente Pedro Pablo Kuczynski y ya no tendrá que retornar a prisión.
Fujimori dejó – el pasado 23 de diciembre - la celda en la que se encontraba recluido en la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES), para ser trasladado de emergencia a la Clínica Centenario Peruano Japonesa.
Mientras se encontraba internado, recibió la noticia de su indulto, por parte del menor de sus hijos, Kenji Fujimori. Esto significa que no tendrá que volver a vivir en una celda. Sin embargo, las que sí hicieron su ingreso a esta fueron las congresistas Indira Huilca y Marisa Glave (Nuevo Perú).
Las parlamentarias recorrieron —el pasado 25 de diciembre— las instalaciones donde Fujimori pasó los últimos 10 años. Aquí, se encontró un par de zapatos sobre el escritorio, papeles en el suelo y una caja a medio llenar.
En esta celda, el ex mandatario tenía una cama ortopédica reclinable, un tanque de oxígeno, una cocina, un televisor y un escritorio. Asimismo, los muros de la misma están decorados con fotografías de sus nietos y los cuadros pintados durante su encierro.
Finalmente, se encontró el acta que autorizaba el traslado de emergencia e internamiento de Alberto Fujimori por un cuadro de hipotensión arterial y somnolencia, firmada por la gastroenteróloga, Marilú Suarez Mayuri.