No respetan nada y a nadie. En el distrito de El Agustino, en la zona del asentamiento humano Manuel Escorza, un grupo de vecinos se reúnen para alzar su voz de protesta por los constantes robos en su zona. Aseguran que ellos mismos han puesto cámaras por los constantes casos de delincuencia en el lugar.
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Según su denuncia, los robos en su zona es de todos los días y están cansados, ya que hace unos días dos jóvenes salieron a conversar a una banca de un parque, frente a su casa, y fueron asaltadas por dos raqueteros en mota que circulan por la zona buscando víctimas.
Incuso, una abuelita señaló que al parecer los mismos ladrones intentaron robarse la silla de ruedas de su hijo con parálisis cerebral en la puerta de su casa, pero el delincuente no cometió su objetivo porque ella se le enfrentó.
“Saqué a mi niño a la puerta y me fui unos 5 minutos a la cocina, cuando volví vi que estaban sacando a mi hijo de la silla de ruedas. Todos mis nietos salieron a ayudarme”, cuenta la mujer en el enlace en vivo con Buenos Días Perú.
“Es una silla, pero me sirve. El delincuente es un abusivo”, agregó
No obstante, la mujer aseguró que, a las dos horas, el mismo ladrón se metió a vivienda y la abuelita volvió a enfrentarse al ladrón, haciéndolo huir al amenazarlo con tirarle el aceite caliente con el que estaba cocinando.
Indignante. El Agustino está de luto luego de que uno de sus dirigentes vecinales fuese asesinado por oponerse al cobro de cupos en una obra de su barrio.
El lamentable hecho ocurrió cuando Juan Carlos Miranda Chipa lavaba su vehículo junto a su hijo en el frontis de su casa sin saber que, minutos después, perdería la vida.
Mientras padre e hijo compartían un momento que nunca podrá ser borrado de la memoria del menor, un encapuchado se acercó y disparó. Primero fueron 3 y luego 2.
El dirigente de 56 años resistió los tres primeros impactos e intentó huir, pero no lo logró. El sicario lo persiguió y le propinó otros dos en medio de los gritos del menor, informó RPP.
Este horrendo crimen, según la tesis policial, estaría relacionado con la decisión de Miranda Chipa de no permitir el inicio de una obra que importaría extorsiones a la vecindad.
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