Patricia Chirinos aceptó que recibió ayuda memoria de parte de Jaime Villanueva. (Foto: GEC)
Patricia Chirinos aceptó que recibió ayuda memoria de parte de Jaime Villanueva. (Foto: GEC)

Cuando el filósofo dictaba clases de ética en la universidad, con apenas 30 años, sus alumnos recuerdan que hablaba con fascinación de Vladimiro Montesinos. Había estudiado milimétricamente el perfil psicológico del oscuro asesor del expresidente Alberto Fujimori, y si bien aseguraba que estaba bien condenado, al mismo tiempo resaltaba su inteligencia, esa capacidad de maniobrar en el poder para imponerse sobre algún molesto opositor.

Villanueva era, en el papel, el principal asesor de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, pero en la práctica podía ser también el de la congresista de Avanza País, Patricia Chirinos.

No solo lo demuestran los chats que salieron a la luz esta semana, sino también el acercamiento que intentó el exfuncionario con este diario. Más que un consejero, actuaba como operador y como bisagra entre la Fiscalía de la Nación y el Congreso.

El 4 de mayo pasado, Villanueva escribió con apuro a este periodista de Perú21 a las 6:14 p.m. Hasta ese entonces, el asesor solo compartía por WhatsApp la postura del Ministerio Público ante determinados casos, como lo suelen hacer los funcionarios de prensa, y, con ese tenor, se le hacían consultas para fines periodísticos.

No obstante, ese día quería otra cosa: difundir un proyecto de ley de Chirinos.

Operación blindaje

La legisladora estaba impulsando una propuesta para sacar de carrera a Inés Tello, miembro de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), bajo la excusa de haber sobrepasado la edad de 75 años.

“Congresista Patricia Chirinos presenta proyecto de ley con respaldo de parlamentarios de 8 bancadas. Este PL tiene la finalidad de precisar que la edad para integrar la Junta Nacional de Justicia es solo hasta los 75 años conforme lo establece la Constitución Política”, se leía en el mensaje de Villanueva redactado como nota de prensa.

Además, enumeró las bancadas que respaldaban esa iniciativa, ocho en total -Avanza País, Acción Popular, APP, Fuerza Popular, Podemos, Somos Perú, Bloque Magisterial y Renovación Popular- y otros legisladores no agrupados.

“¿Crees que se pueda publicar mañana en el diario?”, consultó Villanueva en un siguiente chat.

Fue un mensaje raro. ¿Por qué el asesor de la fiscal de la Nación difundía los planes de una parlamentaria como si fuera esa su función? Era claro que había una intención detrás. Por ello, este periodista atinó a responder con una evasiva: “a ver, se lo paso al editor para que evalúe”.

En realidad, no había nada que analizar. Se trataba de una fuente impulsando un proyecto con nombre propio, uno que apuntaba a tumbarse a Inés Tello porque fue quien abrió procesos disciplinarios contra Benavides.

El siguiente mensaje de Villanueva fue aún más desconcertante: “Por fa, ponle punche”. Más razones para no atender su requerimiento. La decisión editorial fue rechazar esa pretensión. La nota que buscaba nunca se publicó en este diario.

La coordinación con el Congreso, en realidad, se trató de una jugada por debajo de la mesa. Y es que, de manera formal, Patricia Benavides pedía la inhibición de Tello porque su hijo era viceministro del gobierno de Dina Boluarte. Advirtió conflicto de intereses porque la presidenta era investigada en Fiscalía por las muertes en las protestas.

Ese proyecto de ley fue la primera arremetida real que se perpetró desde el Ministerio Público contra quienes se presentaban como amenaza.

El plan. La fiscal Marita Barreto frente al coronel PNP Harvey Colchado y su equipo, horas antes de ejecutar la operación Valkiria V.
El plan. La fiscal Marita Barreto frente al coronel PNP Harvey Colchado y su equipo, horas antes de ejecutar la operación Valkiria V.

Luego Villanueva aplicó la misma táctica para otros casos. Según la Fiscalía, este se desplegó para lograr la destitución de la exfiscal suprema Zoraida Ávalos; la elección de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo; y el posterior intento de remoción de todos los integrantes de la JNJ, cuya defenestración aún debe ser votada en el Pleno del Parlamento.

Consultada por la prensa esta semana, Patricia Chirinos admitió que el hoy detenido asesor le envió una “ayuda memoria” para sustentar un proyecto que no solo pretendía sacar a la magistrada Tello, sino a los siete integrantes de la JNJ. Todo para arrasar con quienes se presentaban como amenaza para la fiscal de la Nación.

En los chats enviados por Jaime Villanueva a su contacto del Congreso, el que se encargó de presentar esas pruebas al equipo especial de la fiscal Marita Barreto, se delata el tipo de tratos que tenía con Chirinos.

“Patty Chirinos dice ya tiene al Bloque Magisterial”, señaló el brazo derecho de Benavides en un mensaje del 23 de mayo. Se refería a que la congresista había convencido a la bancada de maestros que apoyaba al golpista Pedro Castillo para destituir a la exfiscal suprema Zoraida Ávalos.

Chirinos, en tanto, reconoció públicamente que mantuvo más comunicaciones con Villanueva y con “perro, pericote, gato y mono”, para referir que se reunía con todo aquel que la buscara.

La parlamentaria tampoco tenía cómo negar el vínculo con el entorno de Benavides. Perú21 constató con el registro de visitas del Congreso que su asesora principal Giuliana Castillo recibió a Abel Hurtado, otro consejero de la fiscal, cinco días antes de que Villanueva enviara el chat sobre el Bloque Magisterial.

Este diario buscó una entrevista con Chirinos para preguntarle específicamente sobre las coordinaciones que habría sostenido con el exservidor de la Fiscalía. La congresista no contestó las llamadas y su prensa señaló que no respondería ninguna pregunta.

Para la fiscal Barreto, Villanueva, Hurtado y Miguel Girao, el otro asesor, eran la punta de la lanza de Patricia Benavides, sindicada de encabezar esa organización criminal.

A cambio del apoyo congresal, los parlamentarios consiguieron el archivamiento de sus procesos penales.

Por ejemplo, en junio de este año, la fiscal de la Nación decidió no abrir investigación preliminar contra más de 40 congresistas involucrados en el caso Los Niños.

El asesor fiscal, quien se ha negado a someterse a interrogatorios desde su reclusión el 27 de noviembre, mandó esta resolución por WhastApp a su interlocutor en el Congreso como muestra del cumplimiento del acuerdo entre la Fiscalía y los legisladores.

Hasta el momento, no hay un mensaje o audio de la titular del Ministerio Público, pero no se podría decir que Villanueva actuaba a sus espaldas. No en vano era su hombre de confianza. Y así lo dejaba en claro en los chats: “Soy el único autorizado para hablar en su nombre”.

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