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Frontera con Ecuador en zona de riesgo
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“Cuando nosotros estábamos en el Ministerio del Interior alguna vez visitamos estos puestos fronterizos. En la zona de los Manglares de Tumbes encontramos una persona que no sabíamos de quién se trataba porque tenía un polo totalmente descolorido y gastado, había un bote por ahí que estaba tirado y resulta que esa persona era el policía de frontera, el pobre hombre vivía solo ahí, en un horario de 10 por 10 y con un bote tirado al costado”, contó a Perú21 Dante Vera, experto en temas de seguridad y análisis de riesgos y minería ilegal.
Esa es la lamentable situación de las fronteras en Perú.
Pese a los esfuerzos de la Policía y de las Fuerzas Armadas por mantener la seguridad a lo largo de los 1,528 kilómetros que nos divide con Ecuador, los espacios fijos en donde permanecen nuestros agentes son un desastre. Del total de los 116 Puestos de Vigilancia de Frontera (PVF) a lo largo del país, 58 cuidan la línea fronteriza con Ecuador. En la región Tumbes hay 21, en Piura 31 y en Cajamarca 6. Pero, su situación van desde regular, mal estado y hasta inhabitables. ¿Cuánto tiempo más vamos a tener nuestras fronteras como coladera?
LA FRONTERA EN PROBLEMAS
“Tenemos un exceso de población penitenciaria de alrededor de 3,000 personas. El sistema no está equipado para esa cantidad de gente. Primero, hay que expulsar a algunos de los extranjeros que están en nuestro sistema de prisiones; son cerca de 15,000", dijo hace poco a la BBC el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Inmediatamente se encendieron las alarmas en Perú pues con las nuevas normas que pretende imponer el país vecino en busca controlar la crisis de inseguridad desatada en su territorio, se prevé que un porcentaje de esa delincuencia se traslade al interior de nuestras fronteras.
Cuando un programa de televisión ecuatoriano fue secuestrado por delincuentes en vivo se generó una alarma mundial respecto de la inseguridad que vive Sudamérica. En Perú esta ola de crímenes cometidas por bandas extranjeras como el Tren de Aragua ya venía causando conmoción. El asesinato de un agente del serenazgo en la vía pública era un signo del nivel de ferocidad con el que atacaban los sicarios.
Justamente, estos criminales llegaron al país directo desde Venezuela a través de los pasos fronterizos durante la crisis migratoria. La delincuencia organizada en Ecuador, lamentablemente, tendría el mismo rumbo.
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AL ESTILO BUKELE
El mandatario Daniel Noboa ha planteado una estrategia para combatir a estos terroristas en Ecuador. Dos cárceles de alta seguridad al estilo de su homólogo en El Salvador, Nayib Bukele, una central de inteligencia para proveer información y prevenir delitos, reestructuración de la cúpula militar, barcos prisión para aislar a los cabecillas de las bandas y capturas diarias que hoy en día llegan a más de 3,000 personas.
Ante el riesgo de una posible ‘Bukelización’ de Ecuador, los sicarios, delincuentes, narcotraficantes más peligrosos del país vecino, temen ser puestos a disposición de la justicia y tratados como se hace en El Salvador, según las imágenes que circulan a nivel mundial. Entonces, los que aún están en las calles, ¿a dónde huirían para no ser apresados? La frontera más próxima y más fácil de cruzar es la de Perú.
NÚMEROS QUE PREOCUPAN
Los números no mienten. Un total de 798,000 ciudadanos extranjeros en situación migratoria irregular (leáse ilegal) ingresaron al Perú entre 2018 y 2023. De este número 211,573 migrantes que permanecen en el país de manera ilícita entraron por Ecuador. Es decir, 92% cruzaron tranquilamente por pasos irregulares de nuestra frontera, según información oficial presentada por el exministro del Interior Vicente Romero cuando era titular de la cartera.
Un dato grafica la gravedad de la realidad. Un informe de la Policía Nacional identificó 21 puestos de vigilancia fronterizos en Tumbes, que son los espacios en los que permanecen los agentes de la PNP para supervisar los ingresos y salidas de peruanos y extranjeros. De estas casetas solo dos se encuentran en buen estado, siete en un estado regular, 11 puestos en mal estado y tres completamente inhabitables. (ver cuadro)
La misma policía de Tumbes identificó y eliminó posteriormente 17 pasos ilegales en la frontera de la región, una demostratación palpable de que la linea limítrofe con Ecuador es tierra de nadie.
Para poder construir locales de gran capacidad se necesita presupuesto, mucho presupuesto. Una de estas casetas fronterizas, conocida como Uña de Gato, se instaló en 2022 con una inversión de S/16,268. Pero convertirse en un lugar funcional, se tuvo que hacer una inversión de S/336,601 en 2023, y se estima que para este año nuevamente se le dará S/404,276.
El experto Dante Vera opina que hoy en día, por el mismo problema de las fronteras, las mafias trasladan sus operaciones hacia Perú y se sufre un mayor riesgo de ingreso de bandas organizadas ecuatorianas. “Pueden venir hacia el Perú, sobre todo sus cabecillas, por ejemplo este ‘Fito’ que se fugó de la cárcel de Ecuador; la policía está haciendo esfuerzo por encontrarlo, pero hasta ahora no hay noticias. La frontera tiene un sinnúmero de pasos irregulares y no hay control policial”, aseguró.
Este diario buscó una actualización del Ministerio del Interior de las cifras sobre el estado de los puestos de vigilancia fronterizos en Ecuador, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.
Hemos notado en este fin de semana cómo se ha incrementado la confianza y la sensación de seguridad en los diferentes lugares del país. La gente que logró salir, que ha salido el fin de semana y demás, se ha sentido más segura. Esa sensación de confianza es muy importante. Esa sensación de confianza permite reactivar la economía, permite generar más viajes, generar más confianza, porque el efecto de esta violencia también es la generación de desconfianza en la vida cotidiana y también nos impacta internacionalmente.
Tenemos claro que no es una batalla la que debemos ganar. Debemos ganar una guerra y eso va a tomar tiempo, pero este proceso, en lo que va hasta ahora, ha sido exitoso y genera conciencia en la población sobre la necesidad de aportar y de alinearnos en esta batalla, lo cual es también fundamental porque necesitamos generar procesos de alineación desde la sociedad civil, el mundo empresarial y el gobierno para poder trabajar en conjunto hacia la obtención del éxito en esta guerra que estamos librando.
Creo que (esta guerra) se comienza a ver como parte de algo regional y creo que esa es la clave en realidad. Esto no es un hecho aislado. En Ecuador se subió la espuma muy alto, pero no son hechos aislados, son procesos que están integrados, que tienen que ver con lo que pasa en Perú, en Colombia, lo que pasa en Venezuela, en Argentina, y creo que tenemos que tener una posición clara. Debemos hacer el análisis regional y entender qué pasa y generar vínculos internaciones. No podemos actuar solos. La solución tiene que ser regional, debemos vincularnos para ganar esta gran guerra.
Hay que decirlo, es la realidad. Acá en Ecuador hay miembros de la Policía Nacional activos y pasivos, miembros de las Fuerzas Armadas activos y pasivos que están apoyando (a los delincuentes, organizaciones criminales), les brinden educación, les brinden entrenamiento para que ellos puedan operar. Lastimosamente, sí es cierto, pero de ahí a que sean miembros de un brazo armado, por ejemplo, como en Colombia las FARC, no.
Más que todo hay políticos involucrados (en ese apoyo), y están en la palestra en este momento; esa es la realidad del país, pero es lo que se está tratando de solucionar por parte del gobierno nacional y hemos visto que hay personas que tratan, el gobierno trata de evacuar a todas estas personas (militares y policías implicados) para que no estén involucradas en esta situación.
Estos políticos son de tendencia de izquierda.
Aparte de eso, el país ya no es solamente de tránsito (de droga). Se han detectado laboratorios (de fabricación de droga); o sea, que ya se procesa también acá en el país en Ecuador. Ecuador ya no es un país solamente que está en el corredor de norte a sur para distribuir drogas. El país es un lugar propicio hasta para producir droga.
Por eso mismo, tenemos más o menos unas 20 mal llamadas organizaciones o grupos delictivos, pero son terroristas; hay que llamarlos de la forma correcta. Son terroristas y están causando ese temor en Ecuador. Son más de 20 organizaciones que operan en el país a nivel nacional, pero los que tienen mayor número en proporción de provincias son los conocidos como Los Lobos.
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