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¿Por qué no creer en San Valentín?

En medio de las desbordadas celebraciones por el Día del Amor, un enamorado confiesa que no cree en esta fecha, llena de emociones calculadas, pero sí en el verdadero amor.

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Fecha Actualización
Es 14 de febrero de 2008. Lima es un globo gigante en forma de corazón. Los enamorados parecen estar más templados que otros días, y –como si estuvieran poseídos– corren presurosos, ansiosos y fogosos a las suites, habitaciones o cuartuchos de cualquier hotel. Es el Día de San Valentín y el amor no es ajeno a la oferta y a la demanda. Todo sube, hasta la flor más artificial envuelta en celofán y con una tarjeta pegada.

En la banca de un parque, él y ella conversan de sus sueños juntos y en cada silencio se besan y abrazan, pero en un instante suena el nombre del tal Valentín.

-¿Por qué no crees en San Valentín?, pregunta ella con cierta candidez.

-Porque creo en ti, amor, responde él y saca de su bolsillo una carta. La muchacha lee con atención: "Porque creo en ti como se cree en el día, aún en medio de la noche. Porque creo en ti y creo en nuestro caminar juntos con tu mano soldada a la mía. Porque creo en ti como una oportunidad de mi existencia, porque creo en ti, no creo en Valentín.

¿Sabes? Dicen que hace siglos existió un señor con ese nombre que fue castigado por el emperador romano por dárselas de casamentero.

Luego de su muerte, la gente lo convirtió en tradición, y después –aquel monstrito llamado sistema– lo volvió a matar cuando decidió uniformizar los romances, creando corazones en serie, sentimientos planificados, emociones calculadas, sonrisas acartonadas y besos estereotipados.

Mi amor, el tuyo, nuestro amor de espera y de gritos, nuestro amor de abrazos, solo espera el segundo próximo para celebrar su unión.

Te creo y te quiero como extraño al mar en proporción igual que la rosa a su sol, con todos los temblores, con todos los temores que nacen de la querencia del abrazo perpetuo, con toda la dicha imaginada, con toda la infelicidad rehuida, aquí juntito a mi alma, a un centímetro del cielo".

TIEMPO DESPUÉSHoy, cuando ya pasaron varios años desde que los dos tomaron caminos diferentes, ella abre el libro más apolillado y encuentra aquella confesión de amor de ensueño.

Lee la carta y halla el te quiero que ya no escucha; la huele y la vuelve a guardar.

No puede escapar a la histeria de los enamorados por celebrar su día pero, al menos, sabe por qué no se puede creer en San Valentín todos los 14 de febrero.

SABÍA QUE…

- El Día de los Enamorados se celebra el 14 de febrero porque es el onomástico de San Valentín.

- En algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad.

- La mayoría de parejas suele casarse en esta fecha.

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