El metaverso como negocio: por qué empezó y hacia dónde vamos

Desde hace algunos años, las marcas toman nota de los usos y costumbres de sus usuarios y buscan estar ahí, especialmente en tiempos de entretenimiento. Primero fue Instagram, después TikTok y ahora el metaverso, donde el 76% de los usuarios que vive experiencias es a través del gaming, según el Sentinel Report de Globant. Dentro de 3 años, la consultora Gartner estima que el 25% de las personas pasarán al menos una hora al día en el metaverso para trabajar, hacer compras, aprender o pasar el rato.

Entre tanta complejidad técnica a veces se olvida cuál es el beneficio que brinda este mundo digital. Lo cierto es que se trata de una nueva forma de interacción humana, donde se puede acceder a nuevas experiencias, que serían inalcanzables de otra forma. Durante enero de este año, el Australian Open, uno de los cuatro torneos más importante de tenis en el mundo, inauguró su metaverso que permitía caminar por el predio, pelotear en el court central, mirar partidos históricos y, obviamente, seguir con diferentes cámaras inéditas todo lo que estaba pasando en el Grand Slam. Samsung lanzó 837X, un local virtual que recrea su punto de venta más importante en New York, donde los usuarios pueden experimentar con diferentes productos. La cadena de comida rápida Chipotle, que históricamente en Halloween ofrece burritos gratis a los clientes que están disfrazados, lanzó la misma promoción en su local de Roblox para los primeros 30 mil gamers que llegaron. Binance, el exchange de criptomonedas inauguró sus oficinas en el metaverso de Solana, donde atiende a nuevos clientes.

La moda es una de las industrias que más provecho le está sacando a esta innovación. Cathy Hackl, CEO de Futures Intelligence Group, dijo “tengo la convicción de que la futura Coco Chanel será una niña de 9 o 10 años que diseña skins en Roblox”. Es que la vestimenta de los avatares genera múltiples oportunidades. Zara lanzó la exclusiva “AZ Collection” y Adidas ofrece buzos, pantalones y zapatillas, inéditos en el mercado real. Balenciaga y Luis Vuitton también se sumaron a la ola. A principios de año, Nike no se quedó atrás y publicó una búsqueda laboral llamativa: director de metaverso.

Otra de las ventajas es la posibilidad de probarse ropa y ver cómo queda sin necesidad de ir a un local. Con gemelos digitales, las marcas ponen las medidas exactas de sus prendas y uno puede ir viendo cómo le quedará en el mundo físico, siempre y cuando se haya registrado con sus dimensiones verdaderas.

Los gemelos digitales abren un sinfín de oportunidades, más allá del gaming. Por ejemplo, BMW replicó su fábrica en Ratisbona para que sus empleados de todo el mundo puedan ver cómo es por dentro, cómo son los procesos y qué está sucediendo en tiempo real, con una fidelidad tal que alcanza hasta el clima de ese día. Microsft lanzó Mesh, su mundo virtual que permite mejorar las interacciones entre los integrantes de su equipo. De esta forma, realizan conferencias virtuales en lugares inéditos como el fondo del mar y los ponentes aparecen como hologramas. En la presentación estuvo uno de los cofundadores de Cirque du Soleil y surgieron numerosas versiones sobre un show circense holográfico. Esta tecnología irrumpió hace dos años con jugadores del US Open de tenis que, al terminar su partido, daban entrevistas en el piso de un canal de televisión aún transpirados y cansados. Claro, en realidad, ellos seguían en las inmediaciones del estadio y la imagen que se proyectaba era un holograma.

La música no se queda atrás: la empresa Pixelynx está desarrollando un ecosistema virtual para que los artistas moneticen a través de NFT y experiencias musicales o presentaciones virtuales. La posibilidad que se presenta para los fans es inmensa: volver de un recital y continuar disfrutando de la música de forma interactiva.

El alcance del metaverso atraviesa todos los sectores: el 58% de los profesionales del marketing afirman que lo incluyeron en su estrategia de 2022, según un informe de la consultora YouGov.

Esta nueva forma de interacción humana ya es una realidad y las marcas al igual que los usuarios están empezando a entender cómo adentrarse en este mundo.