Héctor Valer se va de la PCM amenazando al país y a la prensa

Minutos después de este trámite, que se concretó a las 3 y 38 de la tarde, dio una conferencia en los exteriores de la PCM lanzando amenazas contra el país –”esperen que venga el otro gabinete para que vean lo que piensa el presidente”–; contra el Congreso – “si no hubiese salido la última sentencia del TC hubiésemos tomado (la respuesta del Congreso a mi pedido de presentación) como una negación fáctica”– y contra la prensa por haber publicado el rosario de denuncias que pesan en su contra y cuya veracidad insistió en negar pese a las pruebas. “Los voy a querellar”, subrayó.

Al igual que Castillo en la víspera, no hubo mea culpa ni reconocimiento de errores. Por el contrario, Valer se victimizó; se autodenominó “combatiente” y acusó haber sido “ametrallado” por los medios vinculados a la “extrema derecha”, omitiendo deliberadamente que el repudio a su designación fue unánime . “Acepto mi derrota. Construyeron una imagen de maltratador y de violento de este combatiente; han herido a un premier y por eso se retira a sus cuarteles, para curar sus heridas y limpiar su honor”, añadió en forma grotesca. No obstante, insistió en asumir la representación del gobierno, aduló a Castillo sin reservas, lo calificó como un “hombre inteligente”, y justificó que le haya quitado su aval públicamente sin antes pedirle su renuncia. “En este momento soy un obstáculo”, reconoció.

En declaraciones a Perú21, el congresista Alejandro Cavero (Avanza País) advirtió que la declaración de Valer evidencia que el gobierno “iba a intentar tergiversar la cuestión de confianza como mecanismo de ataque para forzar la disolución del Congreso”. “Era obvio que Valer no iba a obtener el voto de confianza, lo pusieron ahí para forzar una disolución caprichosa e inconstitucional del Parlamento”, puntualizó. Agregó que Castillo tiene ahora la posibilidad de nombrar un gabinete con un premier más calificado; “si no lo hace, las consecuencias serán las mismas”, manifestó.

Por su parte, Karol Paredes, vocera de Acción Popular, comentó que no le sorprenden las amenazas del ahora expremier, y aseguró que estas forman parte de un plan para desestabilizar al Congreso. “Valer es abogado, sorprende que tenga limitada comprensión lectora. La Constitución es clara, tenemos 30 días para que el gabinete explique su programa. Estamos viviendo en una dictadura con ropaje de democracia porque todos quieren hacer lo que quieren”, acotó.

Mientras tanto, en Palacio de Gobierno, el jefe de Estado sostuvo ayer sucesivas reuniones pero no con quienes se presumiría podrían integrar su nuevo gabinete. Castillo se la pasó recibiendo a congresistas oficialistas como Kelly Portalatino y Francis Paredes, al parlamentario andino Javier Arce, al ministro del Ambiente, Wilber Supo, y a Guillermo Bermejo, a cuya bancada disidente Perú Democrático, Vladimir Cerrón acusó ayer de tener “angurria por asaltar el poder”. Es decir, nadie que represente a esas fuerzas políticas, académicas y profesionales a las que ofreció convocar para un gabinete dizque de apertura.

Por su parte, algunos ministros desarrollaron actividades públicas. Entre ellos los del Interior, Desarrollo Agrario y Salud. Este último, Hernando Cevallos, reconoció que el país vive una situación de incertidumbre pero, como hizo Castillo, le trasladó la responsabilidad también al Congreso. Además, justificó la nula autocrítica del mandatario. No se trata de decirle: ‘házte una autocrítica y golpéate el pecho’”, arguyó.