Gobierno defiende y mantiene a ministros investigados

Haciendo oídos sordos a las críticas que recaen sobre los investigados ministros Carlos Lozada (Transportes) y Rocío Barrios (Producción), el jefe del Gabinete, Vicente Zeballos, anunció ayer que ambos tienen la confianza del presidente Martín Vizcarra para continuar en sus cargos.

“Los señores ministros continúan en sus funciones y gozan de la confianza del señor presidente para seguir comprometidos con nuestro trabajo por un desarrollo sostenible y responsable del país”, expresó a la prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.

Zeballos agregó que si bien el Ejecutivo respeta la autonomía del Poder Judicial y del Ministerio Público, “no comparte” las denuncias por corrupción que plantea el Ministerio Público. A su juicio, los casos “no han sido entendidos en su real contexto”.

Barrios es acusada por la Fiscalía de haber simulado contratos de servicios por más de S/177 mil para el mantenimiento de 40 vehículos que pertenecían a la Presidencia del Consejo de Ministros en 2014. En ese año, durante el gobierno humalista, ella era directora general de la Oficina de Asuntos Administrativos de la PCM.

Por su lado, Lozada es investigado por presuntas irregularidades en el contrato que suscribieron Provías Nacional, en la que era director ejecutivo, y la Constructora española San José, en mayo de 2018, por la construcción de la carretera Checca-Mazocruz en Puno. El valor de la obra ascendía a S/242 millones pero hoy está paralizada.

El analista político Luis Benavente sostuvo que si el propio presidente expresara su respaldo a los dos ministros “sería un grave error político”. “Lo correcto sería que den un paso al costado y que el mandatario lo acepte. Y luego cambiar a los ministros mientras duren las investigaciones”, dijo a Perú21.

Para el analista, adopatar esta postura desmarcaría al gobierno de su propio discurso “porque es un caso de corrupción y este es un gobierno que asegura tener como consigna principal luchar contra ella”.

Para Benavente, esta situación lleva a que se alimenten las críticas de sectores de oposición, especialmente antes de que tome funciones el nuevo Congreso.

“Las ratificaciones a estos dos ministros perjudica al gobierno y enrarece el ambiente. Debilita también la imagen del presidente y el Gabinete, que aún no tiene el voto de confianza”, agregó.

Por su parte, el analista político Carlos Melendez consideró que teniendo Vizcarra una alta aprobación, puede invertir este capital político en blindar a los ministros cuestionados. Para ello presentó dos hipótesis.

“La primera es la del Ejecutivo débil, en que el Gobierno realiza más cambios ministeriales. Lo que afectaría demasiado su dinámica. Y continuaría recurriendo a viceministros o exfuncionarios cuestionados. Y la segunda, es la del hipótesis del Ejecutivo maquiavélico, en que sabiendo que el nuevo Congreso no le otorga la confianza (una posiblidad que crece), prevé un nuevo enfrentamiento que le seguirá rentando popularidad. Al obligar al nuevo Congreso a debutar como “obstruccionista”, sintonizaría con la ira anti-congresal que mantiene en la ciudadanía a pesar del cierre del Congreso”, explicó a este diario.

Para Melendez, lo más probable es que el gobierno de Vizcarra decida por asumir una combinación de ambos escenarios.

- El premier Zeballos manifestó su sospecha de que la empresa que presentó la denuncia ante el Ministerio Público y que originó los cuestionamientos contra el ministro Lozada, es la Corporación Mayo, que perdió la concesión de la carretera Checa Masocruz.

- “Qué extraña coincidencia que esta empresa forme parte del Club de la Construcción que está en graves entredichos en el país”, dijo Zeballos.

- El contralor Nelson Shack también abordó el tema de las investigaciones que pesan sobre los ministros Carlos Lozada y Rocío Barrios, pero evitó ahondar en cuestionamientos. “El poder Ejecutivo debe hacer las evaluaciones del caso y tomar las decisiones que le corresponde”, aseveró Shack.

- La legisladora fujimorista Martha Chávez consideró que Zeballos ha demostrado “que no es un buen soporte” para Vizcarra.