[Opinión] Richard Arce: El ruido político afecta la economía

La situación del gobierno sigue expuesta por las decisiones erradas y sobre todo por el costo político de asumir la designación de ministros de Estado, que no solo no dan la talla, sino por las serias sindicaciones que los involucran, exponiendo innecesariamente al gobierno, generando una inestabilidad política, que puede traer consecuencias en la gobernabilidad del país.

Las vinculaciones que habría tenido con Sendero Luminoso el ministro Iber Maraví hacen insostenible su continuidad, al extremo de que su renuncia es inexorable, además de la absurda tozudez de aferrarse al cargo, por lo que el premier Bellido ha sido desautorizado públicamente, pese al pedido expreso de su renuncia.

En este contexto, esta semana se presentó el proyecto más importante que se discute en el Congreso –en realidad son tres proyectos de ley–, la Ley de Presupuesto, de Endeudamiento y Equilibrio Financiero; enciende el debate, por las observaciones que tiene, en un contexto de crisis económica y con la pandemia aún vigente. Se ha sumado la pérdida de calificación crediticia de la agencia Moody’s, que indudablemente va a afectar el costo financiero, para acceder a los créditos, en desmedro de la inversión.

La expectativa de reducir el déficit fiscal, de 5.8% a 3.7% del PBI, significa un incremento de la capacidad de endeudamiento del país, que está todavía en los márgenes competitivos a nivel de América Latina; debería tener un resultado concreto. Se debe orientar a las inversiones, más que el interés de cubrir gasto corriente, como han expresado las intenciones que tiene el gobierno. Por ende, es importante la disciplina financiera en un escenario, donde se entregará un bono, que costará más de 3,000 millones de soles.

La variable política tiene una preponderancia en la economía, no se puede disociar y por ende tiene un efecto directo en las buenas intenciones expresadas, en la sustentación de la Ley de Presupuesto, por el ministro Francke, lo cual deja una sensación de incertidumbre, en vista de que se propone un escenario optimista, para la recaudación fiscal, cifrando una vez más las expectativas en los altos precios de los commodities –minerales– sabiendo que es una variable exógena susceptible a las variaciones del mercado internacional de metales.