#ID4D

Estas son las siglas de una iniciativa global para lograr que todo habitante del planeta tenga una identificación, única y válida. Parece obvio para nosotros pues, prácticamente, todos tenemos un Documento Nacional de Identidad (DNI), pero no lo es. Hay más de mil millones de personas que no tienen un documento nacional de identidad, que son invisibles para sus estados. En el lanzamiento de #ID4D destacaron como modelos exitosos: India, la estrella en el tema; Estonia y Perú.

Un sistema de identificación universal en cada país permite que los sectores públicos entreguen mejores servicios (saben a quién se los están entregando) y que el sector privado sepa exactamente quién es su cliente. Permite hacer los procesos más eficientes, cruzar información, dar seguimiento y eliminar usuarios y clientes fantasmas.

Bien por Reniec y por las políticas que han permitido que tengamos un buen sistema de identificación, que además de nuestro nombre y datos básicos, incluye un registro biométrico (huella y reconocimiento facial) para asegurar que somos quienes decimos ser. Hay asuntos para mejorar y hacia allá debemos ir.

El registro de identidad permite construir otros registros y bases de datos que mejoran los servicios a los ciudadanos. El padrón electoral, el registro de usuarios de programas sociales, etc. Hoy la tecnología y lo digital permiten hacerlo a bajo costo y alta velocidad.

Por ello, si para muchos países se trata de crear su registro de identificación, para nosotros se trata de sacarle el jugo al nuestro, moverlo a mayor velocidad a la esfera digital (¿tiene su DNI electrónico?) y generar su uso (¿ha usado una firma digital?).