Con un pie en el avión

Eliane Karp, esposa del nuevo integrante del vecindario en el Fundo Barbadillo, estaría a punto de comprar un boleto de avión y escapar de los EE.UU. hacia Bélgica, o Israel, luego de que recuperara sus pasaportes, como reveló ayer en exclusiva Perú21.

Los esfuerzos de las autoridades peruanas se centraron en el caso del exmandatario, que debía ser extraditado para responder a la justicia por los US$35 millones de dólares en sobornos que –según la acusación fiscal– recibió de manos de Odebrecht, ciertamente. Pero no se debió dejar de lado el cabo suelto de la cónyuge, quien, por lo demás, cuenta hasta con tres pasaportes: belga, israelí y peruano.

Y ya en febrero de 2017, la pareja de marras llegó a comprar en California seis boletos de avión con la idea de huir a Israel, Estado con el cual el Perú carece de acuerdos de extradición, igual que con Bélgica.

Recordemos que Karp participó activamente en el esquema de corrupción, si no desde el principio, cuando menos durante la segunda etapa de la trama: el lavado de activos. Tanto así que hasta involucró a su madre, Eva Fernenbug, en la creación de empresas fantasmas y en la compra millonaria de propiedades (caso Ecoteva).

De modo que no basta con haber activado el proceso de extradición contra ella, hace unos dos años. Algo más se pudo haber hecho desde la unidad especializada del Ministerio Público y desde la Cancillería para impulsar el trámite en EE.UU., ya que a la complicidad en este caso podrían incluso sumarse otros desaguisados durante el periodo de Alejandro Toledo en la casa de Pizarro, pues su participación en dicho gobierno no fue nada marginal.

La trama del expediente Ecoteva, muy ligado a los enjuagues y coimas con Odebrecht por la Interoceánica, está recién comenzando a destejerse. Que no sorprenda a nadie si en ese curso surgen nuevas evidencias o ramificaciones que empeoren la situación de Karp.

Sería importante realizar todos los esfuerzos para impedir su salida del país del norte, pues, de lo contrario, el proceso se cerrará solo en torno a Toledo, con lo que la impunidad ganará, digamos, una media batalla.