La remontada populista de Massa que lo acerca al poder

Las elecciones argentinas celebradas el domingo pasado dejaron como sorpresa la victoria del candidato oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, quien obtuvo 36.68% de votos. Una performance más que inesperada, dado que Argentina registró en septiembre 138% de inflación interanual y cerca de 40% de pobreza. ¿Cómo explicar este resultado?

Tras asumir la cartera de Economía de su país en julio de 2022, Massa procedió a reestructurar la deuda con el FMI, comprometiéndose a mantener el déficit fiscal por debajo del 1.9% del PBI.

Hoy esa meta luce casi irrealizable. Y es que el propio Massa, casi con seguridad en respuesta al magro resultado que obtuvo en las PASO, implementó una serie de políticas económicas en desmedro de las cuentas públicas.

Entre otras cosas, el llamado “Plan Platita”, mejor definido como ‘plan populista’, consistió en una ayuda de US$170 a todos los trabajadores y de US$105 a los pensionistas. También eximió de impuesto a la renta a los salarios por debajo US$5,000, esto es, al grueso de argentinos. Además, planteó subsidios y un mayor gasto en programas sociales (especialmente en los controlados por movimientos cercanos al oficialismo).

Perú21 conversó con el politólogo Sebastián Mazzuca, quien indicó que las medidas de Massa le valieron “enormes réditos electorales”, aunque a costa de una casi segura hiperinflación futura.

“Lo de abrir la chequera tiene una cuantificación. En el último mes de la campaña, el gasto público aumentó 1.5% del PBI. Es decir, es una cantidad infernal de dinero. Quizá sea la campaña electoral más cara de la historia”, explicó.

El mero déficit no podría explicar la victoria de Massa, advierte Mazzuca. Habría que considerar también el mayor profesionalismo de su campaña, en comparación con la de sus dos principales rivales.

“Milei y Bullrich tuvieron un único mensaje, dirigido más o menos al mismo público, que es la gente cansada de la inflación y la inseguridad. Massa, mucho más profesional, envió diferentes mensajes a diferentes públicos, hechos a medida. El más importante fue al público más pobre. A ellos les dio dinero. Ofrecer US$100 en un nivel tan grande de desesperación económica cambia la ecuación electoral”, explicó.

Así, el ministro pudo obtener el voto de los “económicamente desesperados”, lo que representa una paradoja, dado que son precisamente ellos las “principales víctimas de la economía kirchnerista”.

El riesgo asumido por Massa no solo le habría servido también para potenciar su campaña de cara al balotaje, otorgándole “aires de victoria”. De acuerdo con Mazzuca, su triunfo estaría facilitando el alineamiento de dos actores importantes en la escena política argentina: políticos territoriales -especialmente gobernadores e intendentes- y empresarios del “capitalismo de amigos”, ambos en busca de favores políticos.

“Aunque no tengan ninguna afinidad ideológica o política con Massa, se alinean porque ven en él la fuente de rent-seeking (búsqueda de rentas). Eso explica, a su vez, el espanto de Macri y Milei, que consideran que va a aumentar el nivel de clientelismo a todo nivel. Eso genera desesperación y más división en la oposición”, detalló.

¿Y qué sucedió con Milei? Mazzuca explica que dos factores explican su estancamiento. Primero, una “migración” de votos hacia Massa, que infiltró al peronismo en las filas de Milei solo para dividir a la oposición en las PASO. Segundo, sus allegados, casi todos “personajes payasescos que transformaron el final de la campaña en un circo”.

De ganar, Massa tendrá que afrontar la hiperinflación que él mismo contribuyó a crear. “Prefirió que la bomba de la hiperinflación le estalle a estar fuera del poder”, sentenció Mazzuca.