/getHTML/media/1234452
Junta de Fiscales Supremo se pronuncia contra ley PL del Congreso
/getHTML/media/1234409
Lucio Castro: "Si no aumentan el presupuesto para Educación pediremos la renuncia del Ministro"
/getHTML/media/1234351
Top 5 restaurantes favoritos de Laura Graner en el Jirón Domeyer en Ciudad de Cuentos
/getHTML/media/1234411
¿Qué esta pasando con el fundador de Telegram, Pavel Durov?
/getHTML/media/1234257
Jorge Zapata de Capeco sobre creación del Ministerio de Infraestructura: "El Gobierno da palazos de ciego"
/getHTML/media/1234214
Alfredo Thorne sobre Petroperú: "Tienen que concesionar lo que le queda"
/getHTML/media/1234250
Nancy Arellano sobre Venezuela: "10 millones de venezolanos migrarían si Maduro continúa"
/getHTML/media/1234107
Abogado de agente 'culebra': "A mi cliente lo tienen trabajando en una comisaría"
/getHTML/media/1234108
Luis Villasana sobre Venezuela: "La presión internacional hará salir a Nicolás Maduro"
/getHTML/media/1234101
¿Quién tiene más poder en el país el Congreso o Dina Boluarte?
/getHTML/media/1233971
Peruanos pagaremos 120 soles mil soles por la defensa legal del ministro del Interior Juan José Santiváñez
/getHTML/media/1234112
El Banco de Crédito abrió su convocatoria al programa Becas BCP
/getHTML/media/1233958
Carlos Basombrío: "Dina Boluarte tiene un ministro a su medida"
/getHTML/media/1233955
Catalina Niño de Grupo OMG: ¿Cómo es el consumidor peruano?
/getHTML/media/1233583
¿Cuál es el superhéroe favorito de los peruanos? en Ciudadanos y Consumidores
/getHTML/media/1233584
Premios SUMMUM: Patricia Rojas revela nueva categoría
/getHTML/media/1233332
Futuro de Nicanor Boluarte en suspenso
PUBLICIDAD

Galardonada cocinera prepara sopa “ciudadana” para el personal médico de Bruselas [FOTOS]

“Siento que he vuelto al objetivo inicial de nuestra profesión, alimentar a la gente”, cuenta la chef Isabelle Arpin, diplomada de la escuela de hostelería de Dunkerque.

Imagen
Un empleado de la compañía Sodexo lleva cajas de almuerzo para el personal médico preparado por la chef Isabelle Arpin el 31 de marzo de 2020 en Bruselas. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
Un empleado de la compañía Sodexo lleva cajas de almuerzo para el personal médico preparado por la chef Isabelle Arpin el 31 de marzo de 2020 en Bruselas. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
Su primera sopa llegó el 21 de marzo. “Las sopas son nutritivas, son casi una comida. Es fácil comer rápido”, explica Dominika, de 40 años, explicando que los berros, por ejemplo, son “una bomba de vitaminas”. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
Para esta dinámica cocinera de unos 50 años, acostumbrada a servir refinados y coloridos platos en su restaurante de la reputada avenida Louise de Bruselas, el cambio es radical. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
Diez contenedores grises de 12 litros, llenos de bolsas que pueden soportar una temperatura de 80 grados, esperan las perfumadas sopas cuyo destino final será 350 trabajadores del hospital Erasme. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
“Una buena comida rica en vitaminas es buena para la moral y para la salud”, explica la chef, mientras sumerge un “bazuca”, una enorme batidora, en una olla para preparar un ‘velouté’ de berros. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Imagen
Papas y anguila ahumada, espárragos blancos y regaliz, curry rojo tailandés. La galardonada cocinera Isabelle Arpin deleita con sus sopas dos veces por semana al personal de un hospital de Bruselas, en primera línea frente a la pandemia del coronavirus. (
Imagen
La chef Isabelle Arpin prepara comidas para el personal médico el 31 de marzo de 2020, en la cocina del restaurante "Isabelle Arpin" en Bruselas, en medio de la propagación del nuevo coronavirus. (Foto: AFP/Kenzo Tribouillard)
Fecha Actualización
Papas y anguila ahumada, espárragos blancos y regaliz, curry rojo tailandés. La galardonada cocinera Isabelle Arpin deleita con sus sopas dos veces por semana al personal de un hospital de Bruselas, en primera línea frente a la pandemia del coronavirus.
“Una buena comida rica en vitaminas es buena para la moral y para la salud”, explica esta mujer, mientras sumerge un “bazuca”, una enorme batidora, en una olla para preparar un ‘velouté’ de berros.
Diez contenedores grises de 12 litros, llenos de bolsas que pueden soportar una temperatura de 80 grados, esperan las perfumadas sopas cuyo destino final será 350 trabajadores del hospital Erasme.
Para esta dinámica cocinera de unos 50 años, acostumbrada a servir refinados y coloridos platos en su restaurante de la reputada avenida Louise de Bruselas, el cambio es radical.
Un día después del último servicio del 13 de marzo, cuando el restaurante cerró sus puertas a causa del confinamiento, Isabelle Arpin y su socia, Dominika, pensaron lanzar un negocio de catering.
Pero un restaurante gastronómico que sirve unos treinta cubiertos a 80 euros de media por la noche no está realmente equipado para este tipo de servicios.
“¡Tampoco íbamos a quitarles las máscaras al personal sanitario para hacer volovanes!”, asegura Dominika, la gerente, que empezó a preparar las sopas, pese a que nunca entró en cocina antes de la pandemia.
Ambas mujeres, comprometidas en la ayuda a la investigación médica del hospital por razones personales, se pusieron manos a la obra muy rápido.
Tras unos días para perfilar su proyecto, contactaron de nuevo con sus proveedores, especialmente varias granjas, entre ellas una en la que trabajan personas con discapacidad, y también reciben alimentos no vendidos en supermercados.
Su primera sopa llegó el 21 de marzo. “Las sopas son nutritivas, son casi una comida. Es fácil comer rápido”, explica Dominika, de 40 años, explicando que los berros, por ejemplo, son “una bomba de vitaminas”.
Imagen
“Felicidad”
Con su máscara negra de puntos blancos, la chef Isabelle Arpin, diplomada de la escuela de hostelería de Dunkerque (norte de Francia), es todo un personaje.
Una foto suya haciendo yoga sobre una rueda de queso comté recibe a la clientela del restaurante que lleva su nombre.
Este martes, su curry rojo tailandés lleva pimientos, champiñones, calabacines, cebollas, carne de ave, hierba luisa y leche de coco, un plato más que suficiente por sí solo.
"No estoy acostumbrada a cocinar para tanta gente. Por otra parte, siento que he vuelto al objetivo inicial de nuestra profesión, alimentar a la gente", reconoce la chef, cuyo anterior restaurante obtuvo una estrella Michelin.
Para esta aficionada al boxeo, que vive en Bélgica desde hace 20 años, “en una situación como esta, sin saber qué pasará, debemos ayudar a la sociedad en la que vivimos”. “Es una acción ciudadana y es ahora”, asegura.
Su ronda de sopas, los martes y los jueves, representa en cualquier caso un descanso en las duras jornadas de los trabajadores del Erasme.
“¡Qué felicidad poder respirar unos minutos con mi servicio, viajar a Tailandia o descubrir el sabor del anís con unas hojas de berro (...) en un día a día que se ha vuelto tan brutal y agotador”, dice la jefa de anatomía patológica del hospital, Isabelle Salmón.