Germán Coronado: “Se han duplicado los lectores”

La Ley del Libro está por caducar luego de 12 años de vigencia y mañana el Congreso tiene la oportunidad de aprobar su renovación y que el Poder Ejecutivo promulgue esto antes de su vencimiento. Al respecto, conversamos con Germán Coronado, presidente de la Cámara Peruana del Libro, quien, además, nos habla de la importancia de la lectura.

¿Qué tanto ha sumado la Ley del Libro?Cuando se promulgó la industria editorial nacional, estaba prácticamente en estado de calamidad. Llegamos al nuevo milenio sin librerías. Encima, no existían bibliotecas públicas y floreció la piratería como el remedio. Entonces, esta ley –que se promulgó en 2003 en el gobierno de Alejandro Toledo– permitió la publicación de libros y su divulgación, y de esta manera se fomentó el hábito de la lectura. Todo lo que existe hoy, con excepción de algunas editoriales, es nuevo. Ha nacido gracias a esta ley, una oferta bastante amplia y diversa de libros. Se permitió que se cimenten las bases de una industria editorial nacional, estamos apenas en el comienzo.

¿Por qué es importante que todos accedamos al libro?El libro es una de las puertas que permiten atisbar otras experiencias, a través de las cuales ensanchamos nuestra capacidad crítica. La experiencia de una vida no alcanza para vivir todo lo que se puede vivir a través de un libro. Uno puede viajar a otros tiempos, otros lugares que jamás pisaremos, incluso vivir otras vidas. Y de esta manera contrastarlo con la propia realidad. Uno queda marcado después de haber leído a algún autor. El libro nos permite afinar nuestro sentido de procesamiento de la información y, finalmente, tomar decisiones, participar de la vida ciudadana sin limitaciones.

Se dice que el peruano no lee. ¿Es cierto?Leemos muy poco, estamos distraídos con el presunto boom de la economía, que es efímero, porque seguimos siendo un país de exportaciones primarias y conductas primarias. El Estado no se ha preocupado por dotar de bibliotecas públicas al país, por acercar el libro a los ciudadanos. Recién se ha fomentado en las escuelas lo del Plan Lector, que encima está muy mal implementado.

¿Por qué?Distorsiona la realidad. El Ministerio de Educación no regula y se están gestando presuntos lectores sobre la base de mamarrachos.

¿Qué alternativa plantea?Debe haber un observatorio del Plan Lector, del libro y la lectura, una oficina que haga seguimiento. No hay una política del libro y la lectura.

¿Es desinterés o ignorancia?Desinterés. El director de la Biblioteca Nacional se ha pasado controlando a los ladrones que robaban las joyas bibliográficas. No le echo la culpa a Ramón Mujica, pero somos un país que está en pañales.

Y encima se cierra la Biblioteca Nacional para un evento de la Junta de Gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.Me parece propio de un país pobre. Eso es parte de la misma problemática, es un matiz, pero mucho más grave es que no haya una política nacional del libro y la lectura, y que seamos en un futuro el único país que deje de contar con una Ley del Libro si es que el Congreso no aprueba mañana su renovación.

¿Y qué pasará si no se aprueba la renovación?Todo lo avanzado se va a desmoronar. En 12 años hemos logrado cosas espectaculares. La industria del libro ha crecido en más del 300%. La industria editorial ha inyectado dos mil millones de dólares a la economía del país. Hemos logrado un impacto profundo en la mente de muchos ciudadanos.

¿Hoy hay más lectores que hace 12 años?De todas maneras. Yo diría que se han duplicado.

¿La calidad de lectura también? Me conmovió en la última Feria del Libro ver la atención y respeto con que el público se congregó a escuchar a autores que uno pensaría que son poco conocidos, como el colombiano Héctor Abad Faciolince, que estuvo a sala llena. El mundo del libro es una posibilidad enorme que tenemos en nuestras vidas.

¿Qué les pediría a los congresistas?Que piensen en los millones de niños que hoy se hallan empezando su proceso educativo, de formación como ciudadanos y que necesitan una oportunidad en este mundo globalizado. Si quieren un país de base sólida e integrado, es necesario que los ciudadanos tengamos acceso al libro y a la lectura. Es indispensable que el Congreso mañana ponga al voto esta ley, que se debata, que se apruebe un proyecto que sea viable, porque ya no hay tiempo. El 10 de octubre es el último día para publicar en El Peruano la norma. Si no, esto muere. Hagamos del Perú un país de lectores.

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