¿Cuál es la razón de que las niñas destaquen en lectura y cuando crecen dejan de hacerlo?

Esto lo anunció el viernes Marta Encinas, embajadora de género de la OCDE en el marco del evento Educación e Igualdad: rompiendo estereotipos de género que fue organizado por Education First.

En Matemáticas, los niños sobresalen a partir de los 9 años, solo para que más adelante se sobreentiendan a partir de los 27 años. Mientras tanto, si las niñas obtienen ciertas ventajas en el ámbito lector, estas se disminuyen una vez que llegan a los 26-27 años.

¿Por qué es esto? «Los datos confirman la impresión de que las niñas tienen mejores resultados académicos (mucho mejores que los de los niños en lectura y casi iguales en matemáticas). Por tanto, es probable que el origen de las brechas de género en los resultados en el mercado laboral esté relacionado con las preferencias de las mujeres en cuanto a campos de estudio y carreras», señala un informe de la OCDE.

Generalmente, los hombres se especializan en carreras que tienen mayor uso intensivo de las matemáticos, ya que tienen predisposición natural a salir con ventaja sobre las mujeres en este campo. « La reducción de la brecha de género en comprensión lectora es más confusa, pero podría deberse a que es una competencia más trasversal que todo el mundo debe dominar para tener éxito tanto a nivel educativo como en el mercado laboral, independientemente de la ocupación o campo de estudio elegido», añade el estudio. El problema de todo esto «es que tiene repercusiones, porque reciben rendimientos financieros más bajos y acaban ganando menos».

Esto luego toma forma en la elección de carreras en la universidad, donde las chicas en general optan por estudiar carreras de letras que de ciencias. En general, las chicas aspiran a ser doctoras, maestras, enfermeras, psicólogas y veterinarias en mayor medida que los chicos, y casi 20 años después sigue produciéndose lo mismo. Por el contrario, los chicos optan por la ingeniería, mecánica y TIC, también en mayor medida que ellas «Estos dos grupos (la ingeniería, la mecánica y las TIC frente a las profesiones más de cuidados) tienen importancia por el sueldo y la oportunidad: hay más opciones en el primer grupo y ahí es donde aparece el problema de la brecha salarial», opinó Encinas. Este problema ocurre en todo el mundo, remarcó Encinas.

Todas estas aspiraciones se materializan en la universidad. Un 79 por ciento de los estudiantes que en 2019 eligieron Educación en la universidad fueron mujeres (y 78 por ciento en 2013). En el caso de la Salud el porcentaje de chicas es del 77 por ciento en 2019 y fue de dos puntos más en 2013 (79).

En Ingeniera y Tecnología hay un aspecto distinto. En 2013 para la primer área solo un 25 por ciento de los matriculados eran chicas, porcentaje similar al de 2019, del 27 por ciento. En la segunda área (Informática y Tecnologías de la Comunicación) los porcentajes son aun más bajos: 20 y 21 por ciento en 2013 y 2019, respectivamente.

La OCDE se ha preguntado cómo surgen estas diferencias en las elecciones profesionales: ¿Es una cuestión preferencias o de falta de competencias? Habría que haber una respuesta más específica, ya que la falta de preparación no es una respuesta, viendo los resultados positivos de las niñas en rendimiento escolar.

Y aquí aparece el otro gran ‘cáncer’ del sistema educativo: «Los niños representan una mayor proporción de alumnos de bajo rendimiento y esto provoca abandono escolar», advirtió Encinas.