/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

¿Cómo nos llegamos a enamorar? Esto dice la ciencia

El tener puntos en común hace que lleguemos a enamorarnos más rápido de ciertas personas.

Imagen
Parejas (Foto:Pixabay)
Fecha Actualización
Para establecer una relación, uno de los primeros factores que influyen en nuestra decisión es la atracción por la personalidad del otro. Pero según recientes investigaciones, tal vez podríamos estar eligiendo mal.
En una nueva investigación, para muchas personas tener un factor en común o en desacuerdo con una persona es suficiente para influenciarnos el empezar una relación con ella. Ese acto se basa en el razonamiento autoesencialista, que podría evitarnos el hecho de conocer varias personas interesantes.
Este razonamiento sugiere que las personas creemos tener un núcleo profundo; una esencia que da forma y razón a nuestro ser. Pensamos que nuestras opiniones e intereses van en un pack, así que cuando encontramos a alguien con quien tengamos un punto en común, es posible que tenga también el resto. Esto ocurre debido a que sabemos mucho de nosotros, pero poco de los demás, así que solo podemos hacer conjeturas o rellenar los huecos con nuestras propias ideas.
Para realizar este estudio los investigadores preguntaron a un grupo de personas sobre las opiniones de un personaje ficticio sobre temas relevantes: el aborto, la pena de muerte, las pruebas con animales, la eutanasia o la posesión de armas.
Tras ello, se les preguntó sobre las raíces de su identidad. Los investigadores ante ello llevaron a cabo una encuesta dirigida para establecer que tán cerca estaba cada persona con el razonamiento autoesencialista. Aquellos más cercanos al razonamiento llegaron a impulsar una relación con el personaje ficticio si ocurría que estaban de acuerdo o se oponían firmemente en un solo tema. Es normal que la gente actuara esa, puesto que eran temas relevantes con la vida.
Luego se llevó a cabo otro experimento, uno en donde se contaba los puntos azules en una pantalla. Al ser un cálculo complicado, unos estimaron el número por encima y otros por debajo. Y de nuevo, se llegó a mostrar el autoesencialismo si el personaje ficticio concordaba con el mismo número que alguno de ellos había contado. Viendo estos resultados, tiene lógica que queramos empezar relaciones con una persona que lleguemos a tener puntos en común.
Luego de esa sensación de comunidad, las hormonas y el cerebro llegan a hacer el trabajo. La testosterona llega a despertar el deseo sexual, la oxitocina promueve el apego hacia la otra persona y la dopamina y las endorfinas crean la sensación de euforia y emoción.
VIDEO RECOMENDADO
TAGS RELACIONADOS