Miles de turistas y neoyorquinos se acercaron ayer al área central de Manhattan, en una noche templada y bajo intensas medidas de seguridad, para observar el tradicional encendido anual del Árbol de Navidad del Rockefeller Center, un acto que marca el comienzo de las fiestas en la ciudad.
El alcalde demócrata Bill de Blasio encendió el interruptor a las 8:55 de la noche, con lo que iluminó el pino noruego de 22 metros de altura y más de 12 toneladas de peso, el cual estaba decorado con 50.000 luces LED multicolores.
El árbol se iluminará todas las noches hasta el 7 de enero, aunque el día de Navidad las luces estarán encendidas las 24 horas y, tras su retirada, se donará a la ONG "Habitat for Hummanity" para que construya con su madera viviendas para personas vulnerables.
La copa del árbol quedó coronada —como viene siendo habitual desde 2004— por una luminosa estrella diseñada por la firma Swarovski, con 25.000 cristales y un diámetro de tres metros.
“Definitivamente creo que va a echar a andar el espíritu navideño”, dijo a la agencia EFE Samantha Fettner — de 33 años y residente de Fort Lauderdale, Florida (Estados Unidos)— que había estado de pie en primera fila con un grupo de amigos desde las primeras horas de la tarde.
La 85ma ceremonia anual fue televisada por la NBC e incluyó presentaciones en vivo de Brett Eldredge, Leslie Odom Jr., Pentatonix, Train, Harry Connick Jr. y las Rockettes de Radio City.
Las festividades de este año contaron con medidas de seguridad más estrictas luego del atentado terrorista del 31 de octubre en el que un hombre condujo una camioneta a una ciclopista cerca del World Trade Center, donde mató a ocho personas.